Verónica Bermúdez ha emprendido una cruzada contra el despoblamiento del medio rural desde Boal, el lugar que la vio nacer. Tras varias décadas fuera, hace un año regresó junto a su familia, y ahora, como presidenta de la asociación "Fórum Boal", lucha para que más personas sigan su camino. Es pedagoga, y trabaja como consultora y formadora para empresas.
-¿Qué le animó a ponerse al frente del colectivo?
-La directiva anterior dejaba ese cargo, y lo ponía a disposición de quien lo desease. Nos animó a coger esta asociación, y no crear otra diferente, el que en nuestro ADN está sumar, sumar sumar, y no dividir. Boal tiene un movimiento asociativo enorme, de hecho el "Pueblo Ejemplar" viene por ello, y queremos incluirnos en ese movimiento, pero sin añadir más división.
-Y utilizar esa estructura para aportar al pueblo?
-Sí, por supuesto. Por ejemplo, ahora serán las fiestas de Santiago y hemos propuesto colaborar con la comisión de fiestas. Y así con el resto de iniciativas. Nuestra idea es sumar más en calidad de las cosas que en cantidad. Somos un pueblo pequeño, hay poca gente y, si nos dividimos demasiado, no llega la gente para tanta asociación.
-¿De dónde cree que viene ese afán por asociarse y por promover actividades en Boal?
-Mis recuerdos, desde pequeña en Boal, y lo que mis familiares me transmitieron tienen que ver con ese empuje que existe aquí de superarse, de hacer cosas, de mantenerse a pesar de estar en un entorno rural, en un medio limitado. Es importante que no sea ese medio lo que nos limite y que seamos capaces de sacar alternativas. Lo cierto es que hay asociaciones de todo tipo: culturales, deportivas, sociales, solidarias?
-¿Con qué sensaciones llegan?
-Todo el equipo directivo estamos aquí con mucha ilusión, pero también con mucho realismo. Todos vivimos en Boal, y trabajamos aquí. Creemos que si sumamos más podremos conseguir muchas cosas. También es cierto que conseguir pequeñas cosas en Boal es lograr mucho. Uno de nuestros principales objetivos es la fijación de población, tratar de arraigar a la gente. Para ello, estamos en contacto con la Universidad de Oviedo, con asociaciones en la zona de Teruel, de Castilla-La Mancha, investigando un poco qué hace la gente que está como nosotros.
-¿Cuál es la solución?
-Tratamos de estar presentes, de una u otra manera, en todos los foros en los que se está hablando de esto. Nadie va a inventar la Luna, se trata de coordinar las sinergias que ya hay para generar nuevas posibilidades. Para nosotros, que una sola familia venga a vivir a Boal es un éxito. Una familia más son dos niños más en el colegio, más personas en el centro de salud, para servicios sociales? Y pensamos que las políticas deben ir hacia el mantenimiento de los servicios porque son una inversión a medio y largo plazo. Se debe tener esa visión, y no una tan cortoplacista de los servicios que se ponen a disposición en la zona rural.
-¿Qué potencialidades le ven al concejo boalés?
-Lo que pretendemos es trabajar con esa amalgama de cosas que hay. Boal tiene recursos forestales, agrícolas, talento acumulado en su población. Tiene el turismo. Si entre todos sumamos, al final conseguiremos que Boal no se cierre de lunes a viernes y se abra de sábado a domingo, que es lo que pasará si sólo nos dedicamos a hacer turismo. También están los casos en los que los profesionales puedan trabajar desde casa, lo que permite vivir en un entorno privilegiado.
-¿Han trabajado en algún proyecto concreto?
-Por una parte, seguir colaborando con el resto de asociaciones, y por otra, mantener una relación con el colegio. La educación es parte fundamental para que un pueblo vaya para arriba. Además, en el colegio de Boal, como hay poca ratio de alumnos por maestro, se ofrece una educación más especializada. Estamos pensando en organizar unas jornadas relacionadas con el tema de la educación, en las que se ponga de manifiesto la calidad del colegio que tenemos. Y queremos hacer un vídeo de promoción de ese Boal diverso, esa unión de turismo, posibilidades reales de vivir en Boal, y promocionarlo para que venga la gente.
-Boal, hace dos años, recibió el galardón "Pueblo Ejemplar de Asturias". ¿Considera que se le ha sacado partido?
-Se aprovechó mucho. De hecho, hoy en día pocas personas no saben dónde estamos. Es algo importante. Creo que conseguir ese premio puede ser un fin en sí mismo, pero también se puede seguir siendo ejemplar. El movimiento asociativo sigue organizado, sigue con proyectos. En el interés de todo el pueblo está que este reconocimiento sea el medio para seguir siendo tan ejemplares como hemos sido toda la vida, desde hace siglos.
