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Sardina contra el agua en Luarca

El entierro que simboliza el final del Carnaval, "contra viento y marea", desafía al mal tiempo y reparte 1.500 rosquillas y 40 litros de anís

Carmen Moyano y Carmen Tocado, con doña Sardina Pez al fondo.

Doña Sardina Pez, el muñeco que todos los años despide el Carnaval de Luarca, no faltó ayer a su cita pese al mal tiempo. Los fieles a la cita se reunieron a las ocho de la tarde en la calle Nicanor del Campo para iniciar el peculiar desfile "contra viento y marea". No faltaron Elisa Sánchez y Chelo Suárez, quienes pese a la meteorología se atrevieron con la fiesta: "Teníamos preparado el traje".

Esta reunión cierra las fiestas dedicadas a las máscaras en Luarca, y a ella se acude de riguroso negro. Ese que simboliza el duelo por el final y, en concreto, por la pérdida de la sardina. El muñeco que desfila todos los años en la carroza de la Asociación Sardina Carnavalera tiene la firma de Lidia Álvarez. Está hecho a mano y a base de cartón, papel de periódico y papel de seda. Si el tiempo lo permite, siempre acaba reducido a ceniza. Antes de la quema, el cronista oficial de Valdés, Juan Antonio Martínez Losada, lee el testamento. El de ayer hizo especial hincapié en las numerosas citas electorales: las pasadas y menos trascendentes (como la de la Cofradía de San Timoteo) y las futuras, en alusión a las generales, las autonómicas y las locales.

En su recorrido por Luarca, la organización repartió "1.500 deliciosas rosquillas y 40 litros de reparador anís". Alfonso Feito acude desde hace 38 años y se encarga del carro que lleva la bebida, "el que no puede faltar nunca", opina.

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