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Luarca llama a las puertas de la Unesco: sus pizarras aspiran a ser un geoparque

Las formaciones geológicas de la capital de Valdés, reclamo para expertos internacionales, ofrecen un ejemplo sobresaliente de la evolución de las cadenas montañosas en Asturias

Un escalador, en un muro de pizarra en Luarca.

Las llamadas pizarras de Luarca son un reclamo para expertos en geología de todo el mundo. Esta sucesión de rocas de gran espesor que anteriormente eran lutitas (arcillas) se formaron en una profunda cuenca sedimentaria hace más de 400 millones de años en lo que ahora es la zona Oeste-Asturiana-Leonesa de la cadena montañosa Hercínica del noroeste de España y, por azar del destino, se pueden ver de forma nítida en Luarca.

Ahora están llamadas a convertir a Valdés en un geoparque, es decir, en una figura de la Unesco que busca "aumentar la conciencia de la geodiversidad y promover las mejores prácticas de protección, educación y turismo". La plataforma "Más Luarca Valdés" está detrás de la iniciativa, que debe lograr consenso local, regional y nacional, así como financiación, para poder ser ratificada.

El reputado geólogo inglés Ernest Rutter, de la Universidad de Manchester, es uno de los grandes especialistas mundiales del ramo. Cada año, si es posible, se desplaza a Luarca para estudiar las pizarras. Cuenta a LA NUEVA ESPAÑA que conoció esta singularidad luarquesa y otros aspectos de la geología del noroeste de España durante la década de 1970, con ayuda de geólogos de la Universidad de Oviedo.

Desde entonces, ha dirigido muchas visitas con estudiantes de Geología del Reino Unido. "Casi 1.000 del Imperial College de Londres y luego de Manchester", detalla. Profesores de otras universidades británicas, como Liverpool, Cardiff y Londres, y, por supuesto, de España han hecho lo propio. Esto da idea de la importancia de estas formaciones, que en Luarca son fácilmente reconocibles. A cada lado de la villa hay "excelentes ejemplos" de pliegues y fallas en las rocas, pero también características a pequeña escala, como dos tipos de esquistosidad, "que son importantes para comprender la geometría y el desarrollo de pliegues y fallas", destaca el experto. No es el único atractivo. Se pueden ver venas de cuarzo, "que tienen un papel especial en el establecimiento de la secuencia histórica en la región".

Rutter asegura que, por todo ello, esta zona es probablemente la mejor que conoce del mundo "para mostrar a los estudiantes cómo funciona la evolución de las cadenas montañosas clásicas". Estas formaciones se deformaron y se metamorfosearon "durante la colisión continental que produjo la cadena montañosa hace unos 350 millones de años". Antaño eran cumbres mucho más grandes, como el Himalaya. En este proceso, prosigue en su relato Rutter, "las rocas se calentaron sobre alta presión y se convirtieron en pizarras, que también se pliegan y fallaron, y se empujaron hacia el este". Su importancia es clave para los geólogos, ya que contienen un registro, "en su mineralogía, estructuras y microestructuras, que nos permite reconstruir esa historia".

El geoturismo, de moda

El profesor de Geología de la Universidad de Oviedo, el valdesano y edil Carlos López, también estudia estas formaciones. Enumera algunos lugares donde son claramente distinguibles las pizarras: la ensenada de Portizuelo, la playa de la capital de Valdés, el estuario de Barayo, la rasa costera y los acantilados, y el encajamiento de los ríos Negro y Navia. Opina que esta singularidad que "viste" Luarca se estudia desde el siglo XIX y defiende la creación del geoparque: "El geoturismo está de moda y, además, conocer geología para los que no son estudiosos resulta fascinante", opina.

En el caso de Luarca, Carlos López plantea que sería interesante contar que hace decenas de miles de años el mar bañaba Villar y El Chano, y ayudar a observar huellas de fósiles y curiosear muros de casas tradicionales hechos con pizarras que tienen 470 millones de años. En este sentido, Ernest Rutter también da la bienvenida a un futuro geoparque: "Es bueno que las personas que no son geólogos aprendan a interpretar las rocas en el campo".

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