El polideportivo de Barres está preparado para convertirse en albergue provisional para acoger a los damnificados de una posible catástrofe que se registre en la zona. Así lo constatan efectivos del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, que ayer lo chequearon dentro de su proyecto para identificar las instalaciones asturianas susceptibles de acoger a la población en caso de tragedia. El de Barres es el primer equipamiento de la costa occidental que se revisa dentro de este plan puesto en marcha en 2019.
"Cumple perfectamente, tendría todas las necesidades cubiertas", señala el jefe de zona de Cruz Roja, Nacho Pardo. Ayer se desplazó a la localidad castropolense junto a un equipo de voluntarios para hacer una sesión práctica en este espacio deportivo. "Lo que hacemos in situ es comprobar las características mínimas del espacio, como si cuenta con salidas de emergencia, si tiene extintores, bocas de incendio, duchas? y, luego, ya hacemos una distribución sobre plano de las diferentes áreas que tendría que tener un albergue de atención al ciudadano: entrada, zona de filiación, zona sanitaria, zona de descanso?", precisa Pardo.
La idea es que todo esté preparado sobre el papel para que en caso de emergencia la respuesta sea más rápida. "Este proyecto nos permite tener mucho terreno avanzado para que en el momento en que se produzca la emergencia solo tengamos que desplazarnos con el material, ya que ya lo tenemos todo planteado en un documento. Vamos directamente a montar las camas, las balizas...", añade. Y eso fue lo que hicieron ayer. Tras revisar a fondo el espacio, se pusieron a crear un pequeño albergue en el que no faltaron camas, una zona para funcionar como comedor o un espacio para la identificación de los alojados.
En la clase práctica participaron voluntarios de la zona como Román Alonso, que preside la asamblea de Cruz Roja en Tapia y es uno de los 55 voluntarios asturianos del ERIE de Cruz Roja. Considera que ejercicios como el de ayer "son muy provechosos y te motivan". Y añade: "Nos viene bien porque la posibilidad de practicar cerca de casa es difícil y también porque si pasara algo aquí seremos los primeros en actuar. Así vendremos con el trabajo hecho y podremos ganar en velocidad y eficiencia".
En el Occidente también se han revisado in situ espacios en los Oscos, en Ibias y en Tineo. Son los primeros de una larga lista ya que, como precisa Nacho Pardo, "quedan muchas instalaciones por evaluar porque es un proyecto a largo plazo".
