Enfundado en un chaleco reflectante, con casco y manejando una carretilla con la pala y el pico al hombro. Así se presentó ayer Fernando Álvarez, “Cañón”, en las obras de demolición y reconstrucción del puente de La Barrosa, en Salas, para reivindicar la apertura de un paso alternativo mientras duran las obras, que mantienen cortada la carretera Nacional 634 entre Casazorrina y La Espina sin fecha oficial para la conclusión de los trabajos. Álvarez, vecino de Tineo, acude “a echar un cable porque parece que no acaban y a los vecinos y empresarios de la zona nos urge”.
El tramo, en una de las futuras calzadas de la autovía Oviedo-La Espina (A-63) a su paso por el concejo, permanece cerrado desde hace un mes después de que el Ministerio de Transportes declarase la emergencia de los trabajos al detectar deterioros en la estructura del puente, que generaban un hundimiento en la calzada. La infraestructura fue construida hace tan solo diez años.
Se han cumplido las cuatro semanas previstas para la demolición del puente, ya ejecutada, pero no hay plazo anunciado para hacer el nuevo. “Los vecinos y empresarios afectados vivimos en una incertidumbre e indefensión constante y lo peor de todo es el silencio de las Administraciones, incapaces ni de dar una fecha”, afea.
Los vecinos y trabajadores del transporte deben recorrer ahora el tramo por el puerto de La Espina, por la vieja nacional, lo que trastoca en tiempos y costes económicos sus desplazamientos. Además, hasta ayer, la vía AS-370 estuvo cerrada al tráfico para el derribo del puente, afectando a varios pueblos del concejo salense. Y todo después de que, desde abril a mediados de julio, se hubiera estado sin poder transitar por la N-634 entre Cornellana y Casazorrina por el “argayón”, el mayor desprendimiento de tierra producido en las carreteras del Estado.
“No podemos estar tres meses dando rodeos por el Corredor del Narcea (AS-15) y por caleyas y ahora otros tantos meses sin el tramo de La Espina porque nos tememos lo peor, se echa el invierno encima y a ver qué van a poder hacer”, comenta “Cañón”, quien detalla que no pretende representar a nadie pero aún así recibe el apoyo de muchos vecinos y empresarios de la comarca que lo animan a seguir con sus performance reivindicativas: “Yo no tengo negocio alguno y tengo la libertad que ellos no tienen. Por eso me apoyan y me dicen que adelante, pero yo me represento a mí mismo y no aspiro a nada más que a poner la atención en el problema con un poco de gracia”.
Y el apoyo en redes sociales es masivo, con mensajes de ánimo incluso de fuera de España. “Me escriben de todas partes, también asturianos de otros sitios que nos apoyan porque conocen que la situación que estamos viviendo con la carretera es terrible, hasta un catedrático de la Universidad de Oviedo me paró en La Espina para decírmelo”, explica. Pero lo más importante, dice, es conseguir hacer presión social para tener un paso alternativo durante la obra y exigir la conclusión de la autovía, una vía de comunicación fundamental para el desarrollo de Salas y Tineo, ahogados con los cortes de tráfico.
