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La restauración de la batería artillera de La Atalaya, en Luarca, estará lista en un mes

“Es importante que la gente comprenda los restos singulares de su pasado”, señala el arqueólogo Valentín Álvarez, que dirige el trabajo

El arqueólogo Valentín Álvarez, ayer, supervisando los trabajos en la batería. | T. C.

El Ayuntamiento de Valdés inició ayer la segunda fase de la restauración de la batería artillera de La Atalaya, en Luarca. Los trabajos, que estarán listos en un mes, consisten en la limpieza y consolidación del muro defensivo que linda con la carretera del faro. “Vamos a poder ver el muro y comprender cómo estaba construido”, señala el director del proyecto, el arqueólogo Valentín Álvarez.

Este profesional expone que la importancia de esta intervención radica en que es de las pocas que se han efectuado en Asturias en una batería artillera y también en que permite ampliar el conocimiento de la historia de Valdés. No en vano, esta estructura defensiva data de mediados del siglo XVIII y fue acometida en ese momento por el propio municipio, aunque después acudieran a la villa ingenieros militares para ofrecer soluciones de mejora. “Es importante que la gente entienda y comprenda los restos singulares de su pasado”, añade Álvarez.

La primera parte de la actuación consiste en la limpieza de la “abundante vegetación que enmascara el muro y la tierra que fue quedando por encima”. Una vez esté limpio se tratará la piedra con algún biocida que permita retardar la reaparación de la vegetación. Tras este proceso, se realizará una fotogranometría de la estructura para disponer de más información, complementaria a la recabada a principios de año, cuando se realizó una excavación arqueológica en los restos.

“El trabajo de fotogranometría nos permite, a través de la combinación de fotografía y topografía, recabar información sobre cómo estaba exactamente el muro. Es un elemento de documentación en detalle para saber cómo está, una vez limpio, que nos dará pautas para los trabajos de documentación y saber si podemos sacar más información histórica”, añade Álvarez.

La actuación se cerrará con el plan de consolidación que persigue “mejorar la estabilidad del muro y consolidarlo sin meter ningún elemento agresivo desde el punto de vista estructural y visual, es decir, que el elemento histórico esté en las mejores condiciones”. La intervención, añade Álvarez, permitirá entender mejor el muro y descubrir un sistema de construcción en bancales, que hasta ahora no se apreciaba. Antes de finales de año se instalarán unos paneles informativos que expliquen la historia de la batería y también estas intervenciones recientes. El alcalde valdesano, Óscar Pérez, destaca el valor de la obra y avanza que a mediados de noviembre se conocerán los resultados del estudio realizado este verano en el castro de Castiel.

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