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Tania Cascudo
Ver galería >Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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Cadavedo celebra por todo lo alto su fiesta de La Regalina, que recupera la normalidad en una jornada de muchísimo calor. El campo de La Garita se quedó pequeño para seguir el siempre ácido pregón de Xosé Manuel Fernández. Especialmente entrañable fue el hermanamiento con La Vaqueirada. "Vaqueiros y xaldos por fin juntos en una alianza de sangre alrededor de las costumbres y el folclore astur", dijo el presidente del consejo rector de la fiesta.
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