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Tania Cascudo
Ver galería >El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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El santuario naviego de Villaoril se llenó este miércoles para celebrar el día grande en honor a la Virgen de Villaoril. La lluvia deslució la jornada restando afluencia y haciendo imposible la salida de la procesión hasta la fuente santa, un momento esperado por los devotos tras el parón de estos dos años de pandemia. Con todo, la misa principal de la jornada se llenó de fieles llegados desde diferentes puntos de Asturias y Galicia. La tradición manda visitar a la Virgen, pero también recoger agua en la fuente santa y también adquirir avellanas y rosquillas en los puestos de venta que se colocan junto al santuario.
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