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La vendimia del vino de Cangas baja unos 11.000 kilos por el calor y la lluvia de junio

Los viticultores esperaban batir este año récords de producción, pero los ataques de mildiu minaron la cosecha hasta el 90% en algunas parcelas

Vendimia en Cangas en una imagen de archivo. Demelsa Álvarez

La Denominación de Origen Protegida (Dop) Vino de Cangas cerró la campaña de la vendimia con una reducción de la cosecha ocasionada por los problemas fitosanitarios derivados de las altas temperaturas y las lluvias del mes de junio. Los kilos de uva recolectados este año fueron 87.735. Son unos 11.000 kilos menos que los recogidos en 2021, cuando la cosecha ya había sido más baja respecto a ejercicios anteriores también a causa de una meteorología poco favorable para el desarrollo del fruto.

El presidente del consejo regulador de la Dop, José María Martínez, señala que el descenso en el cómputo global no fue muy drástico. Sin embargo, reconoce que "con las nuevas plantaciones, deberíamos haber aumentado, así que el crecimiento que está viviendo el sector no se ve reflejado en estos datos de la vendimia".

De hecho, los primeros pronósticos apuntaban a que este año se podría alcanzar el récord de producción desde 2001, cuando la marca de calidad de los vinos de Cangas daba los primeros pasos. Pero la llegada de junio truncó las expectativas. "Fue un mes muy inestable, con temperaturas altas y tormentas a diario, así que con esa humedad aumentaron unos ataques de mildiu (enfermedad de la vid) contra los que fue difícil luchar", explica Martínez. El responsable de la Dop asegura que se perdió parte de la cosecha tanto en Cangas del Narcea como en Ibias, habiendo parcelas que se quedaron sin hasta el 90 por ciento de la producción. "Fue una situación muy complicada que ni los más mayores recuerdan haber vivido", reconoce.

Ante esta situación tan compleja, el Pleno del consejo regulador se reunió el 1 de agosto con carácter extraordinario para declarar la excepcionalidad de la cosecha y modificar el plazo de inscripción de parcelas para la vendimia de 2022, permitiendo así inscripciones de fincas nuevas hasta el primer día de septiembre. En total, en esta campaña se sumaron trece nuevas parcelas pertenecientes a siete viticultores.

Otro problema al que se enfrentaron los productores este año fue el de la presión de la fauna salvaje, especialmente el jabalí y, en algunos casos, el oso. Hubo ejemplares que entraron en los viñedos y fueron minando la producción. Es algo para lo que el presidente de la Dop pide "control" para que "la viticultura pueda subsistir".

La parte buena de la cosecha está en la calidad de la uva recogida, que ha sido "muy buena". En datos, el 57,7 por ciento de lo recolectado fue uva blanca de la variedad albarín blanco, y el 42,3% de negra, albarín negro, mencía, carrasquín y verdejo negro.

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