La torre de Babel vendimia en Ibias

La bodega Siluvio inicia la recogida de la uva con un equipo de diez personas procedentes de diferentes países

Lalo Méndez León, a la izquierda, con su equipo de vendimiadores, en su viñedo. | Reproducción de D. Á.

Lalo Méndez León, a la izquierda, con su equipo de vendimiadores, en su viñedo. | Reproducción de D. Á. / D. Álvarez

Idiomas y culturas muy diferentes confluyen estos días en el viñedo ibiense de Siluvio Bodegas y Viñedos, de Lalo Méndez León, incluida en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vino de Cangas. Con unas cepas cargadas de uva dando su primera gran cosecha, desde que en 2021 se empezase a vendimiar dentro de la DOP, el empresario y bodeguero ha tenido que recurrir a contratar a un equipo de vendimiadores para poder abarcar la extensión de su viñedo, de 7,5 hectáreas.

El grupo está compuesto por 10 personas que proceden de diferentes países del mundo: Rusia, Ucrania, Rumanía, Senegal, Guinea Bissau y España. Una vendimia internacional en Ibias, que suple la falta de mano de obra en el concejo con la que se encuentra el bodeguero. "Al final tengo que recurrir a traer equipos de trabajo para realizar las labores fuertes en el viñedo, porque aquí no hay gente", explica el empresario, que se muestra encantado con el grupo de vendimiadores, aunque no todos hablan ni entienden el español.

"Lo que más nos está costando es entendernos, tengo que ponerme con cada grupo y explicarles muy telegráfica y visualmente cómo actuar, hago el ejemplo y ellos me siguen", señala Méndez León, que a pesar de las barreras idiomáticas ve que entre el grupo se entienden y tienen muy buen ambiente. "Es muy divertido, porque están juntos en la sala de catas de la bodega comiendo y los ves hablar y reírse, es una torre de Babel".

Todos son residentes en Asturias, en la zona centro, y durante estos días de vendimia se hospedan en la Escuela Hogar del colegio de San Antolín. Lalo Méndez León asegura que se han quedado prendados de la zona y "no paran de decirme lo bonito que es el entorno y el viñedo, están felices y entusiasmados aquí". Para Méndez León se trata de un aliciente y ya le hace pensar en que si el año que viene continúan viviendo en Asturias quieran repetir experiencia, ya que todo sería más sencillo al partir del conocimiento previo que están adquiriendo en la actual vendimia.

Precisamente, la tranquilidad y la belleza de Ibias consiguieron atrapar al trabajador fijo que tiene la bodega para el cuidado y mantenimiento del viñedo durante todo el año. Es Malamine Sane, también senegalés, que ya va a cumplir cuatro años residiendo en Ibias al cargo del viñedo de Siluvio. Llegó con su familia, mujer y tres hijos, y lo que le traslada a su jefe es que le gustaría jubilarse allí.

La vendimia de Siluvio comenzó el pasado jueves y en este primera parte se prolongará hasta el martes, para recoger toda la variedad albarín blanco. Una uva que está entrando en bodega "con una calidad media y alta", asegura Lalo Méndez León, y unos 12 días antes que el año pasado, por el adelanto del ciclo vegetativo que se está dando debido a que la primavera fue menos lluviosa y el verano muy cálido. La labor continuará el próximo fin de semana, si el tiempo lo permite, con las variedades tintas. Al final, prevé que aumente la producción respecto a las vendimias previas y que en bodega entren más de 20.000 kilos de uva.

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