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Alberto Menéndez

Fuera pactos

Pacto. Palabra maldita en estos momentos, a sólo un mes de las elecciones generales. Nadie, ninguno de los partidos asturianos con posibilidades de lograr representación parlamentaria el 20-D, quiere que se le asocie con pactos. No toca. Ya llegará la hora de que se atraganten en defensa de su predisposición al diálogo, a los acuerdos, incluso cuando no creen en ellos. Pero no ahora. Ahora son todos autosuficientes, todos quieren trasladar a la opinión pública que están por encima de alianzas, transacciones o cesiones.

Así resulta bastante pintoresco el cruce de acusaciones entre, fundamentalmente, los dos partidos tradicionalmente mayoritarios en Asturias: PSOE y PP. El primero, arremetiendo contra la coalición electoral entre los populares y los casquistas de Foro; y el segundo, denunciando no se sabe muy bien qué alianza secreta entre los socialistas e IU. Llamativa polémica tanto en cuanto que el PSOE y el PP suscribieron no hace demasiado un acuerdo de tanto calado político como es el de los Presupuestos de la comunidad autónoma para 2015. Es decir, que todavía está vigente.

Ciertamente las cosas han cambiado mucho en los últimos meses. Las dos principales fuerzas políticas asturianas se han ido distanciando hasta llegar en el momento presente a una práctica total ruptura de relaciones. No parece que sea algo impostado. No. Pero lo que ninguno de los dos partidos puede negar es que este distanciamiento les beneficia enormemente. Tras las permanentes acusaciones de un pacto PSOE-PP por parte, sobre todo, de Foro (¡qué vueltas da la política!) y de Podemos , qué mejor que presentarse ahora totalmente divididos. Y, eso sí, como cabezas visibles de la derecha y de la izquierda, dando alas al bipartidismo contra el que luchan el resto de partidos.

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