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Fernando Granda

Comisiones para "compensar"

El anuncio de la banca de que cobrará al cliente por sus servicios y otros desafueros del sector

El momento ha sido especial. Casi diríamos que aguerrido. Salir al ruedo, a la palestra a decir que los españoles nos tendremos que acostumbrar a pagar comisiones es de valientes o bravucones. Después de los casos de Lemhan Brother, de Goldman Sachs, de Bankia, CAM y demás cajas de ahorro y bancos rescatados y luego vendidos en el mercado de las gangas, después de los 40.000 millones de encubierto salvamento a gran parte de las entidades bancarias españolas, de los casos Rato, Conde y los trapicheos bancarios en Panamá, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, declara que "El cliente debe acostumbrarse a pagar comisiones". ¡Solemne!

Pero si esa manifestación puede parecer grave, base para un titular de prensa, en la declaración descubre sin tapujos, sin inmutarse, sin disimulo, sin vergüenza, lo que la banca hacía bajo manga. Roldán quiso suavizar su aseveración señalando que aunque muchos clientes no lo sabían, antes también se cobraban comisiones. "Bajo la apariencia de gratuidad, se estaba cargando en márgenes un sobreprecio, que, de haberlo conocido el cliente, quizás no lo hubiera aceptado". Y el presidente de la banca añadió que el cobro de esas comisiones "no se evidenciaba de manera transparente".

Para terminar de abrirnos los ojos a los ingenuos contribuyentes de este país José María Roldán -no se confunda con otra persona del mismo apellido de nombre Luis- añadía que "además se producían subsidios cruzados entre clientes a favor de los que requerían de más servicios y en contra de aquellos con menores necesidades". Con este remate: así "se dificultaba la comparación entre entidades y la evaluación de la calidad de su servicio, limitando la sana competencia". Toda una confesión.

Para que nos demos cuenta o vayamos observando la situación a lo largo de la florida primavera, tiempo habitual de balances y juntas generales, podemos visitar los medios de comunicación en sus secciones de Economía. Así se encuentran titulares como estos: "Masaveu y Liberbank se embolsarán 48,6 millones con el dividendo de EDP" o "El sector financiero argumenta que el impacto de los bajos tipos de interés obliga a elevar tasas o crear otras nuevas", publicados estos días. Otros elocuentes: "Unicaja cierra 2015 con un beneficio neto de más de 180 millones de euros", "El Banco Sabadell ganó 252 millones en el primer trimestre, el 44% más" o "Indemnización millonaria a los exjefes de la quebrada Catalunya Caixa". Ya el exministro Carlos Solchaga dijo que en su día que "este es el país donde se puede ganar más dinero". Un banquero, al aferrarse al puesto perdido Mario Conde, dijo: "Tú no sabes lo que es el poder". Habían "desaparecido" 3.600 millones de euros de 1993.

Y mientras la banca anuncia el cobro de comisiones, los balances de sus entidades muestran los porcentajes de ganancias que consiguieron en el ejercicio anterior y que, salvo excepción, cuentan mayor superávit en sus arqueos mientras el Estado ha "perdonado" los millones del negado rescate. Al tiempo se advierte de la supresión de miles de puestos de trabajo y agencias urbanas. Los responsables de la banca hablan de "compensar" la caída de márgenes. ¿Cómo? La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) anuncia un recorte del 10% del número de oficinas en los dos próximos años y un ajuste de empleados del 7,5%. El sector dice haber reducido y un 32% las sucursales desde 2008 y prescindido del 36% de los empleados.

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