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Primer entrenador de Luis Enrique

Un hombre sin límites

Luis Enrique es como Aragonés: una bomba de relojería extraordinaria

Conocí a Luis cuando tenía 7 años. Le entrené hasta los 11. Es un amigo. Un amigo al que dirigir la selección le llena. El mismo Rubiales lo recalcó: ha rechazado grandes proyectos, salarios más elevados, por entrenar a España. Este desafío es lo máximo dentro del fútbol después de haber pasado por el Madrid y el Barcelona como jugador, y triunfar también como técnico azulgrana. Luis Enrique sabe que está ante algo muy importante.

No va a cambiar por ello. Va a luchar, pelear y poner todo el empeño posible. A veces veo críticas hacia su carácter y pienso: ¿qué diferencia hay entre el carácter de Luis Enrique y el de Luis Aragonés? Ambos son dos bombas de relojería, geniales jugadores, extraordinarios entrenadores. Aragonés puso la primera piedra para los mayores éxitos del fútbol español. Luis Enrique, a base de trabajo, va a dar el máximo para aprovechar los grandes mimbres que mantiene España. No tengo duda de que puede guiar a la selección a cotas muy importantes. Lo sé.

Lo sé porque en Luis Enrique se refleja que en la vida no hay barrera posible. Él es un ejemplo de superación continuo, de pelea y dedicación por alcanzar metas cada vez más importantes. En su carrera no hay casualidades, ni dosis de fortuna que le hayan situado en un lado u otro. Hay un esfuerzo continuado por crecer, el mismo que trasladará ahora a España y el que obliga a confiar en un hombre para el que no existen los límites.

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