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Secretario general de UGT Asturias

En el Día Internacional de la Solidaridad

Sobre uno de los valores humanos más importantes

Hoy se celebra el Día Internacional de la Solidaridad, coincidiendo con la fecha de nacimiento de Teresa de Calcuta, que dedicó toda su vida a ayudar a los pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, por lo que obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979.

En la declaración del 31 de agosto como Día Internacional de la Solidaridad, la ONU recuerda que la solidaridad no solo es un requisito de carácter moral, sino también una condición previa para la eficacia de las políticas de los países y los pueblos. Es una de las garantías de la paz mundial.

Hoy todo el mundo habla de solidaridad y se considera solidario, pero conviene recordar que la solidaridad no es una moda, no es obligatoria por estar bien vista socialmente, ni siquiera consiste en ayudar a los más necesitados para sentirnos bien, ni mucho menos se trata de un acto de caridad, de dar limosna.

La solidaridad es uno de los valores humanos más importantes y esenciales; es el compromiso ético no solo de ayudar a los demás, sino de participar, de implicarse, de colaborar para conseguir que esta sociedad sea más justa y menos desigual.

No tenemos que ver la solidaridad como algo global. Lo importante es la solidaridad en las cosas que en nuestra vida cotidiana, en nuestro día a día, podemos hacer. La suma de esas pequeñas iniciativas solidarias que cada uno de nosotros y nosotras podemos llevar a cabo, contribuirían a mejorar nuestro mundo; a que no haya tanta diferencia entre los ricos y los pobres y a que todas las personas en todos los países puedan tener derecho a un proyecto de vida.

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