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Francisco Rodríguez, un empresario a contracorriente

El relevante perfil de un asturiano creativo que está convencido de que las ideas, más que anclas, tienen alas

Con ocasión de la próxima inauguración en Navia de un busto en reconocimiento a la trayectoria empresarial de Francisco Rodríguez y financiado por suscripción popular, creemos relevante poner de relieve algunas notas del perfil del homenajeado que lo sitúan indiscutiblemente en un lugar destacado de la historia económica y empresarial de Asturias y de España.

1. Empresas y empresarios asturianos singulares. ALSA, ILAS-Reny Picot, El Gaitero, Gondán, Los Serranos? En 2005, la Fundación Valdés Salas (FVS) tomaba la iniciativa de editar una colección de estudios que, con el título "Empresas y empresarios asturianos", pretendía poner en valor y recuperar historias empresariales singulares. Singulares, porque se trataba de empresas familiares que habían surgido en el ámbito rural o en el de pueblos alejados de emplazamientos aparentemente más favorables o ventajosos por su localización próxima a ciudades, distritos fabriles o nudos de comunicación de consolidada tradición fabril. Singulares también por su carácter familiar, por su continuidad generacional, por su orientación hacia la explotación de las dotaciones locales de recursos naturales o humanos. Singulares, por fin, porque partiendo de "lo pequeño es hermoso", habían sabido dar el salto hacia la internacionalización y compaginar lo local y lo global sin perder nunca sus raíces o señas de identidad y llevando el sello de calidad de Asturias a los mercados mundiales.

Por los motivos apuntados y alguno más, la FVS inició y continua desarrollando aquel proyecto editorial, y ello desde la firme convicción de que las citadas empresas y sus fundadores -José Cosmen Adelaida, Francisco Rodríguez, José Cardín, Álvaro Platero, Emilio Serrano?- representan un ejemplo o modelo estimulante para las iniciativas de emprendimiento que pudieran surgir por parte de jóvenes decididos a explotar desde el mundo rural sus proyectos de negocio. Igualmente, porque las trayectorias de los empresarios citados vienen a probar que no hay obstáculos insalvables para el desempeño empresarial cuando detrás del mismo late la confianza en una idea de negocio novedosa para la que se vislumbran mercados inexplotados. Identificada aquella idea, el tesón, la honestidad, la reinversión de beneficios y el apoyo de un equipo humano identificado con el reto a conseguir, son la garantía más segura para el éxito.

2. Francisco Rodríguez-Reny Picot: una historia singular. En 1795, Jovellanos dejó escrito que "tan importante como llegar es no olvidar de dónde se parte". Cuando falta perspectiva histórica, el espectador que visualiza la reputación y solidez de una empresa consolidada como ILAS/Reny Picot, corre el riesgo de incurrir en un error de balance: el de pensar que la "cosas siempre fueron así" y que la empresa nació ya con el billete del éxito en la mano. Nada más lejos de la realidad en el caso que nos ocupa. Francisco Rodríguez (FR) madura su proyecto empresarial en 1959, un mal año para la economía española, el año en que el Plan de Estabilización cerraba el período autárquico y abría la puerta a la progresiva liberalización e inserción en Europa de una economía española en estado crítico y próxima a los estándares propios de los países en vías de desarrollo.

Pero lo que diferencia al empresario rutinario o especulativo del creativo o schumpeteriano, como es el caso de FR, es que este último sabe identificar oportunidades donde los demás únicamente vislumbran dificultades. Y, en efecto, desde 1960, el progresivo desarme arancelario y la europeización de la economía española anticipaban un horizonte empresarial más competitivo, con espacio para una oferta y demanda renovadas de bienes y servicios hasta entonces inaccesibles o desconocidos para un consumidor español sumido durante décadas en el proteccionismo de una economía bautizada en su día por Fuentes Quintana como "castiza".

Y justamente aquel mismo año, en el sótano que fuera salón de baile de una ruinosa casa, en el hermoso pero pésimamente comunicado valle de Anleo, con poco dinero, con una Vespa, sin teléfono y en un escenario que cualquier analista descartaría por inadecuado, un visionario FR, firmemente convencido de que las ideas, más que anclas, tienen alas, echó a andar su sueño. Es una larga y bella historia que por razones de espacio omitimos pero que el lector interesado puede seguir en sendos libros: el publicado en 2010 por la propia empresa con motivo de su cincuentenario, y en el volumen "El caso ILAS/Reny Picot", editado por la FVS en la colección a que se hizo referencia más arriba.

De toda la trayectoria de FR/Reny Picot, pasamos a glosar los aspectos que estimamos han de retenerse para valorar la singularidad del caso que nos ocupa. En primer lugar, que Reny Picot, pese a ser una apuesta personal de FR, no nacía ex novo sino que, de algún modo, venía a culminar una larga presencia familiar en el sector lácteo, primero y desde principios del pasado siglo, en Cangas del Narcea y, posteriormente, desde los años 1920-1930, en Madrid. En segundo lugar, subrayar el acierto familiar al educar a FR en un liceo francés así como el esfuerzo personal y sentimental que debió suponer para un joven apenas salido de la adolescencia, abandonar su hogar y familia y salir de Madrid para iniciar una estancia de aprendizaje en el país por excelencia de los quesos, Francia. En tercer lugar, FR supo diagnosticar con agudeza las oportunidades que abrigaba el mercado español, hasta entonces bajo el imperio de los quesos duros o manchegos, para otras variedades, como las de los quesos de pasta blanda o de "tipo francés". La tentativa resultaba tanto más temeraria por cuanto el mercado español de los derivados lácteos se hallaba dominado por un oligopolio de firmas nacionales y multinacionales.

En cuarto lugar y pasados unos años, cuando ya el proyecto inicial tomaba vuelo propio, FR, lejos de dormirse en los laureles de las rentas de situación adquiridas, no cejará en la apertura de nuevas vías por las que mejorar la competitividad de la empresa. Será el caso, entre otros, de su iniciativa, de nuevo acertada, de entrar en el subsector de las leches en polvo en una coyuntura en que en España comenzaba a plantearse el problema de los excedentes lácteos. Igualmente pionera sería su colaboración con laboratorios farmacéuticos y centros de investigación bioquímica para tomar posición en la producción de leches maternas o infantiles y en la de otros productos con amplio margen de crecimiento.

Sin agotar esta apretada síntesis, en quinto y último lugar, reseñar que desde la entrada de España en la CEE en 1986, y cuando la globalización de la industria láctea era ya constatable, FR no dejó de afrontar ambos retos y coloco a su empresa en el mapa del mercado mundial, desde México y Estados Unidos a Francia o Polonia pasando por China. En ese posicionamiento estratégico, FR nunca se aparto un ápice del know-how adquirido: frente a las grandes firmas que optan por producir "de todo y más barato", mantendrá la fidelidad a la gama de productos de alto valor añadido que constituían el sello de identidad de la empresa.

3. FR, ¿un empresario a contracorriente? A favor de una respuesta afirmativa, cabe esgrimir diferentes argumentos. Además de dar pruebas de su ideario económico y empresarial a través de sus pronunciamientos institucionales durante sus años de presidente en las federaciones española y europea de la industria láctea, FR ha dejado sobrada constancia del mismo por escrito, tanto en los libros salidos de su pluma como en los numerosos seminarios y conferencias impartidos en universidades y escuelas de negocios. Como economista y como empresario, su militancia ha sabido integrar, a veces de forma radical, filosofía liberal, humanismo cívico y compromiso ético con los derechos y valores de los pueblos y economías rurales marginadas. En este sentido, es conocida y reiterada su denuncia contra las asimetrías económicas derivadas de la restricciones impuestas a España para su incorporación a la CEE en 1986; en particular, su voz ha sido la que enarboló la bandera contra los recortes de producción y, posteriormente, contra la forma de asignación de las cuotas lácteas. Del mismo modo, y casi siempre en solitario, FR ha prestado su voz a los millares de explotaciones ganaderas que han sido expulsadas del mercado y ha defendido hasta la saciedad la "reinvención" del campesino como garante del paisaje y de los medios naturales de montaña.

Igualmente, y frente a la imperante ofensiva de un "neoliberalismo" indiscriminado aplicado sin cortapisas el mundo agrario, FR ha reiterado la falacia de apelar a la mano invisible del mercado como asignador de recursos cuando la competencia entre las partes cuenta con graves desigualdades de partida, desigualdades en ocasiones amparadas desde las mismas instituciones. Frente a las grandes potencias agro-ganaderas o a las multinacionales del sector, FR se ha centrado en la defensa de las economías ganaderas regionales que han sabido fijar las comunidades rurales a su entorno natural y que, secularmente, han sabido aunar ecología y economía.

Acabamos este artículo con la certeza de que hacemos justicia al celebrar que el Ayuntamiento de Navia, sumándose a la iniciativa de sus vecinos, apoye la inauguración del citado busto como testimonio del respeto y admiración que despierta la vida de este emprendedor y empresario no solo en su entorno inmediato de Anleo y Navia, sino en toda Asturias y en el mundo empresarial español.

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