Estos días tenemos en Asturias a dos alpinistas considerados mundialmente como iconos vivos del montañismo universal. Ambos han sido galardonados con el premio a los Deportes por la Fundación Princesa de Asturias. Se trata, nada más y nada menos, que del 1º y 5º, respectivamente, conquistadores de las 14 cimas más altas del planeta. Son Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki. Ambos recibirán el merecido y prestigioso galardón en el Teatro Campoamor de Oviedo mañana viernes.
Escribir, por poco que sea, de Messner y Wielicki es hablar de dos revolucionarios del alpinismo mundial. Ambos coinciden en entender las ascensiones a las más altas cumbres con el mínimo de elementos extraños y el máximo de respeto medioambiental. Su objetivo fue ascender sin oxígeno (para evitar las miles de botellas abandonadas en altura), sin ayudas externas de sherpas, en estilo "non stop", es decir a la mayor velocidad para no exponerse al deterioro físico-mental de las alturas superiores a los ocho mil metros. Los dos continúan ligados al montañismo: Messner, escritor, conferenciante, impulsor y creador de museos de montaña en su zona natal (El Tirol Italiano), miembro de los Verdes en el Parlamento Europeo. Wielicki dedicado, desde su país natal, Polonia, a preparar gente joven para seguir logrando cumbres invernales en el Himalaya, especialmente su reto más importante, el K-2.
La singladura vital de Reinhold Messner es excepcional. Nace en Bresanova (Tirol Italiano) hace 74 años. En 1970 pierde a su hermano Günther en la irrepetible ascensión y dramático descenso al Nanga Parbat (Pakistán) sobreponiéndose para ascender con un compañero, Peter Habeler, el Everest por primera vez sin oxígeno. En el 1986 finaliza en el Lhotse los 14 ochomiles ganando la carrera a otro gran alpinista polaco, Jerzy Kukuzka, que sería el segundo en esta hazaña.
Actualmente Messner se dedica a nuevas experiencias en técnicas de supervivencia en situaciones límites, en atender a sus museos y en ser especialmente crítico con el alpinismo actual mercantilizado. "El Everest es turismo no alpinismo" declara.
Por su parte Wielicki, de 68 años, pertenece a la edad de oro del alpinismo polaco de los años 80 del pasado siglo (Kukuzka, Kurtyka, etc). Es un montañero curtido en los montes Tatras de su país, con una preparación física y técnica al límite, disciplina casi militar y que financió y financia sus expediciones gracias a un trabajo personal en la empresa FIAT ubicada en su país.
Al igual que Messner basa su ideología montañera en una buena organización y preparación para sus expediciones, en la rapidez de las ascensiones y en lograr nuevos retos con las expediciones invernales a los ochomiles. De ahí que su frase más repetida es "El máximo desafío es ahora el K-2 en invierno" y por ello considera a los meteorólogos como fundamentales en las predicciones del tiempo de las zonas del KaraKorum o del Himalaya.
Finalmente hay que resaltar que la Federación de Montaña de Asturias (FEMPA) con ocasión del centenario de la primera ascensión al Picu Urriellu, por Don Pedro Pidal y Don Gregorio Pérez, el 6 de agosto de 2006, ya presentó a Reinhold Messner a los premios de la Fundación, entonces denominados como "Príncipe de Asturias", propuesta que se conjuntó con la de nuestro alpinista español, Juanito Oyarzábal, propuesta que fue desestimada por el jurado del premio a los deportes.
Bienvenido sea este galardón a Messner y Wielicki pues no deja de ser un galardón histórico para todos los aficionados a la montaña y al respeto medioambiental de las mismas.
¡Enhorabuena a los premiados! Esperamos que todo el montañismo asturiano esté presente en el merecido homenaje que los dos premiados reciben hoy, jueves, en el Palacio de Congresos del Calatrava. La hora es a las 19 horas.
