Al redactar este artículo, la epidemia del coronavirus (Covid-19) ha llegado a 60 países del mundo. En España se han registrado más de 150 casos, ubicados preferentemente en Madrid, Valencia y Andalucía; habiéndose triplicado su incidencia en tan solo cuatro días y registrado los preocupantes primeros casos de contagio local de origen desconocido. Además, el Covid-19 ha penetrado en África; lo cual, debido a su precaria red sanitaria, nos implica otro riesgo de contagio por la continua llegada de pateras ilegales a España.
No obstante, según el Ministerio de Sanidad, aún no procede aumentar el nivel sobre las medidas de prevención del Covid-19 para evitar alarmismos injustificados. Así, según Jesús Arroyo ("Redacción Médica", 27/2/2020), Fernando Simón, portavoz del Comité de Seguimiento del Ministerio de Sanidad, ha informado que se contemplan tres posibles niveles de actuación sobre esta epidemia. El primer (y actual) nivel es el de contención, donde existe una entrada puntual del virus desde otros países, implicando su expansión por toda España. El segundo nivel es el de mitigación, que se activaría ante una masiva (aunque identificada) entrada del virus en nuestro país. Finalmente, el tercer nivel es el de transmisión generalizada, donde procederían medidas extremas (sin concretar).
Aún admitiendo la presumible experiencia de los expertos del Ministerio de Sanidad, considero que, en la práctica, esa estrategia parece ir por detrás de los acontecimientos. Así, según informó el Ministerio, todavía no proceden medidas de cribado sanitario en los aeropuertos porque crearían una falsa sensación de seguridad. Personalmente, creo que sucede justamente lo contrario, dado que nada crea más inseguridad ciudadana que percibir por televisión la falta de medidas preventivas en nuestros aeropuertos. Hoy, el viajero llegado a España es admitido sin un control sanitario del personal aeroportuario; quien, a su vez, carece de la adecuada protección frente esta epidemia (cuyo índice de neumonía bilateral es contradictorio: 20 por ciento según nuestro Ministerio de Sanidad y 75 por ciento en China, con 14 por ciento de pacientes reinfectados) (LA NUEVA ESPAÑA, 1/3/2020).
A mi juicio, tal como recomienda la OMS para controlar la epidemia ("ABC", 2/3/2020), la Unión Europea debería adoptar medidas similares a las tomadas en China; donde en ocho días, la tasa de nuevos casos descendió de 2.500 a 400. En ese sentido, considero que procedería cancelar (temporalmente) la libre circulación en el "territorio Schengen" y endurecer el acceso de viajeros procedentes de países de riesgo: China, Japón, Irán o Corea del Sur. Así, el país emisor debería responsabilizarse de que esos viajeros estén libres de virus dando negativa la prueba específica del "PCR"; siendo más fácil impedir la salida de viajeros del país emisor que prohibir su entrada en el país receptor.
En definitiva, para evitar el alarmismo por una propagación exponencial del Covid-19, entiendo que es más efectivo adoptar enérgicas medidas de contención sobre nuestras fronteras (preferentemente si proceden de zonas de riesgo) que efectuar exhaustivas labores epidemiológicas para buscar "pacientes cero" y tratar las personas infectadas. A su vez, al igual que en Italia o Francia, en España se debería cancelar temporalmente cualquier acto multitudinario, prescindiendo del perjuicio económico generado.
