¿Se debe poder fumar en las terrazas de los bares? La cuestión no es tanto fumar en sí, cuanto si los demás deben respirar el humo ajeno. Una de las cosas más contradictorias del mundo es un ecologista fumador; está a favor del medio ambiente mundial, pero contamina el de su entorno. Ahí tenéis a la sueca Greta con abrigo enriqueciéndose con el libro "Nuestra casa está ardiendo". Cuanta más distancia de seguridad mejor, dos metros sobre uno y medio, o dos y medio sobre dos, pero: ¿Dónde se establece el límite? No está científicamente demostrado que el humo lleve el virus del covid hasta 1,75, 2,25 o 2,75. Sí es claro, con un cigarrillo en mano por encima de la mesa, el humo llega hasta tres o cuatro metros, y por debajo de la mesa, haciendo de pantalla, solo llega hasta uno o dos metros. ¿Tan difícil es que los fumadores se fijen en ese "detalle"?
Sobre la monarquía hay un debate artificial que recuerda las discusiones sofistas sobre el sexo de los ángeles. Naturalmente en circunstancias normales debe primar el mérito personal, sobre de quién eres hijo. Ocurre que en España las dos repúblicas han sido un desastre, aunque el izquierdismo idealiza la segunda. La primera tuvo cuatro presidentes en nueve meses, tres guerras abiertas al tiempo y, además, Cartagena contra Madrid pidió su anexión a EE UU en 1873. La segunda, tras el golpe izquierdista de 1934 y el golpe derechista del 1936 acabó con la Guerra Civil cruel del 1936 a 1939, cientos de miles de víctimas. Hoy casi nadie sabe cómo se llaman los presidentes de la República de Alemania o Italia. Da pues de hecho igual si el primer embajador sin poder ejecutivo se llama rey o presidente.
Y el tercer culebrón es el de "salimos más fuertes" y vuelta habitual a clase en septiembre a ver qué pasa. Fuertes y endeudados hasta las cejas. En el muestreo nacional resultaron con anti cuerpos en torno a un 5% de los sondeados. Para casi 50 millones de habitantes, da en torno a 2,5 millones han pasado el covid, con mayor o menor carga vírica. Más de mitad asintomáticos, y la mayoría de los otros lo tomaron por otra gripe, aunque más larga e intensa. 45 minutos de clase en vez de 55 arregla poco. Si no hay dinero para contratar un tercio más de profesores, la solución para la distancia en el aula es obvia: flexibilidad y turnos de alumnos, cada tres semanas dos presenciales y una en casa, y así en vez de 24 por aula habrá 16. ¿Apostamos, si hay muchos brotes en octubre, vuelve el sermón: no se podía prever y ha sido mala suerte?
