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Raimundo Abando

En defensa del Rey y de España

Ante los recientes ataques a la Monarquía

Decía el Rey Felipe VI durante el Congreso Mundial de Derecho celebrado en Madrid en febrero de 2019: “No es admisible apelar a una supuesta democracia por encima del Derecho, pues sin el respeto a las leyes no existe ni convivencia ni democracia”.

Hoy, con mas fuerza que nunca, debido a las circunstancias que España está viviendo, debemos de insistir en que no existe ni puede existir un sistema democrático sin un Estado de derecho que le sustente y le ampare, y que el cumplimiento de las leyes es fundamental para la propia existencia de la democracia y de la convivencia cívica.

Por eso, en un momento donde hay una campaña de ataques al Rey por parte de los independentistas y de Podemos, qué, incomprensiblemente, es tolerada hasta límites inaceptables por el presidente Sánchez, es importante que recordemos nuestra Constitución, la ley suprema del Estado, para que nos demos cuenta de su importancia y de lo que proclama. Dice el artículo 1.3, “la forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria”. Y el 56.1, “el Rey es el Jefe del Estado”.

Es muy triste comprobar como, mientras el Rey es reconocido internacionalmente como un gran defensor de la paz y la libertad, no en vano recibió el año pasado el World Peace and Liberty Award, es boicoteado desde la principal institución política de España, cual es el Gobierno.

Es muy triste comprobar que el Rey es boicoteado desde el Gobierno, la principal institución política de España

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Soy consciente que habrá algunos ciudadanos que se cuestionen la propia forma de Estado, la monarquía parlamentaria, pero para eso también está la Constitución, y así, el artículo 168 nos dice como se debe hacer una modificación del Título Preliminar de la Carta Magna. Pero que no nos engañen, no se ataca al Rey o a la Monarquía por el carácter hereditario de la institución, ni tan siquiera para defender un sistema republicano alternativo, sino para derribar el último obstáculo de la España democrática nacida en 1978. Y los fines para hacerlo son muy claros y muy alejados del sentir mayoritario de los españoles, la independencia de Cataluña y el País Vasco y la imposición de un régimen populista alejado de las democracias occidentales europeas.

Me duele de manera profunda que, frente a la tiranía, al totalitarismo y la demagogia populista que algunos quieren imponernos, las personalidades mas importantes de España no levanten su voz en defensa de nuestro sistema de Estado y del Rey. No basta que los empresarios hagan comunicados desde la CEOE, CEPYME o el Círculo de Empresarios, que lo único que demuestran es la cobardía de cada uno de sus asociados, al no salir de manera individual, con nombres y apellidos, a defender lo que con tanto ahínco se quiere destruir. España debería ser un clamor de grandes directivos, intelectuales, científicos, catedráticos, artistas, deportistas y todas personas que tenga una relevancia pública, para que demostraran día a día que estamos dispuestos a luchar por lo que nos pertenece. Y que no nos equivoquen, defender la Monarquía no es politizarla, es defenderla en contra de los que la atacan.

Hoy mas que nunca, a pocos días de la estancia de los Reyes en Asturias (por cierto, sigo esperando la defensa del Presidente Barbón hacia nuestro Rey), deseo loar la figura del actual Monarca. Porque creo que Su Majestad representa a la única institución que a lo largo de los últimos seis años ha sabido estar en su sitio y comportarse como debía en defensa de la unidad y de la democracia de España. Defender hoy al Rey no es un acto de devoción monárquica, sino una demostración de civismo constitucional y de protección de la democracia. Decir hoy “Viva el Rey” es un canto democrático, no una exhibición de valores monárquicos. Defender hoy al Rey es, en definitiva, defender a España.

Quiero reiterar mi reconocimiento y agradecimiento a la Corona y a su titular el rey Felipe VI . Y deseo terminar diciendo: “¡Viva el Rey”! Y “¡Viva España!”.

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