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Herminio Huerta

Para cambiar

Herminio Huerta

Antifascistas

El error de sembrar el miedo apelando a la llegada de la extrema derecha

Empezaré diciendo, para despejar cualquier sospecha, que, dado mi talante liberal, no he votado nunca a la extrema derecha y tampoco lo haré en el futuro.

Seguramente todos tenemos más o menos claro que el fascismo se asocia a lo autoritario, antiliberal y antidemocrático, y la verdad es que en los tiempos que corren suena como una ideología viejuna y caduca, pero hemos visto con asombro que, en la Comunidad de Madrid, ese concepto ha sido utilizado machaconamente como arma electoral por parte de Podemos, el PSOE y otras izquierdas radicales, para atraer a los votantes a base de sembrar el miedo a perder las libertades. Estos partidos –no incluyo a todos los socialistas– que se denominan a sí mismos antifascistas, en realidad tienen el marchamo del comunismo totalitario rancio y obsoleto que, en el fondo, se parece mas al fascismo que a otra ideología. Así que, aquellos que se denominan antifascistas son los mas cercanos a ese fascismo que dicen combatir.

¿Acaso no es fascismo que un candidato apoyara y jaleara a los que apedrean y amenazan con linchar a un candidato de VOX en un mitin electoral en Vallecas? ¿O que el Gobierno “progresista” catalán marginara a los policías nacionales y guardias civiles retrasando su vacunación ante la pasividad del Gobierno de España? ¿No es fascismo apoyar y defender a gobiernos totalitarios que masacran a sus ciudadanos como ocurre en algunos países de Latinoamérica? ¿No es fascismo intentar confundir a los electores insinuando que los envíos anónimos de unas balas y una navaja eran una iniciativa provocada por los partidos de derechas?

He visto en TV que Adriana Lastra, en la campaña madrileña, arengaba consignas guerra civilistas al grito de “no pasarán” con ánimo de amedrentar y como si el resultado de la elección no tuviera importancia. ¿Esa actitud de desprecio y descalificación a otros candidatos y partidos, no está cerca del fascismo?

¿No es fascismo blanquear, apoyar y aplaudir al brazo político de ETA y a los que pretenden desmembrar España para mantenerse en el poder arañando unos votos?

Si se fijan ustedes, esos políticos de ideología comunista abrazan claramente el totalitarismo pues han pretendido establecer cordones sanitarios a otras formaciones, controlar a la prensa y a los jueces, y no tienen reparo en calificar a quien no piensan como ellos, colgándoles la etiqueta, de fascista retrógrado y contrario a la democracia, un concepto del que se quieren apropiar.

Creo que las elecciones en Madrid, sin pretender hacer leña del árbol caído, han demostrado que los ciudadanos no aprueban esa estrategia de ver fascistas por todos lados y han dejado claro que lo que deseamos es disfrutar, sin crispaciones, gritos y salidas de tono, de la libertad y democracia que tanto trabajo nos ha costado conseguir.

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