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Lucía Etxebarria

El racismo huele a Chanel

Críticas a la canción de Eurovisión

A partir del triunfo de Chanel en el Benidorm Fest he leído miles de comentarios racistas. Pero como para muestra vale un botón, voy a concentrarme solo en uno que creo que ejemplifica a los demás. Mariola Cubells: “La canción cuenta la historia de una chica que no tiene problemas monetarios porque los señores mayores, los famosos ‘daddies’, en cuanto hace ‘dum dum’ con su ‘boom, boom’ le sueltan ‘zum, zum’”. ¿Esa frase quiere decir, básicamente que le sueltan pasta para follársela? Yo diría que sí y voy a enloquecer”.

Verás, Mariola, desde el siglo XVI se envían al Caribe a esclavos negros para que trabajen en las plantaciones. Ellos importan danzas tradicionales, danzas religiosas, de ritual, de trance. Y en todo el afrocaribe van evolucionando ritmos como el mambo, la rumba, la salsa, el merengue, la bachata, la cumbia, la salsa... Y por supuesto, el reggaeton. Estos ritmos contienen onomatopeyas que provienen de rituales y que puntúan la canción. (Algo parecido al arsa y al olé en el flamenco). Le doy ejemplos:

“Zum zum”. El sunsun babae es un ensalmo tradicional bembé. Lo introduce en la salsa afrocubana un devoto del ritual lucumí, Rodney, en 1952, en un número en el Sans Souci. Teclea y encontrarás cientos de miles de canciones no eróticas con zum zum o sunsún en la letra.

“Dum dum”. También viene de un ensalmo de santería: Obara dibdumdum. En concreto de la ceremonia de Ebbó de Oriaté, necesaria para recibir la Iyaginenkum, la Madre de los Poderes. Vas a encontrar “dum dum” en muchas canciones, la más famosa: “Dumdum, ella camina sobre la arena”.

“Bum bum”. “Bum bum resuenan las tumbadoras”, canta Celia Cruz. La expresión “bum bum” está en miles de canciones. Se refiere a la percusión, a los tambores de los santeros.

“Dadi / papi”: ¿Se acuerda usted de “papi papi, papichulo”? “Dadi” o “papi” llaman cariñosamente las mujeres a sus compañeros. Ellos a ellas, mami. Un “dadi” es un hombre, sin más.

Danzas africanas. Mover las caderas de las maneras en que lo hace Chanel retrotrae a un montón de danzas africanas. Sobre todo al kakilambe, que es una danza de fertilidad, pero en realidad la gran mayoría de las danzas africanas incluyen el movimiento de caderas que ella hace, bajando su culo hasta el suelo. Para los africanos y caribeños referirse al culo no es algo obsceno.

Cuando Chanel se tira al suelo y empieza a agitar la melena imita el momento en el que a la sacerdotisa mambo le posee un loa, un espíritu. (Puede usted ver una recreación de un ritual de ese tipo en la película “El corazón del ángel”). No sé si Chanel es consciente de lo que recrea, pero estoy segura de que el coreógrafo sí lo sabe. Kyle Hanagami es muy culto, y sus coreografías están muy investigadas.

Le recuerdo, Mariola, que el franquismo también prohibía que se bailara la zambra en público, fuera de tablaos, burdeles y casas de señoritos, porque se enseñaban las piernas. O que Rocío Jurado luciese escote en televisión. En EE UU, Billie Holiday no podía actuar en clubs para blancos, ni siquiera a Elvis Presley le permitían mover las caderas “como lo hacían los negros”. Era obsceno, decían. Por cierto, Rocío Jurado y Lola Flores –entre otras– también tuvieron que aprender a hablar fino porque desde el centralismo no entendían el dialecto andaluz.

Chanel habla en un sociolecto que hablan millón y medio personas en España. Baila de la misma manera que han bailado sus antepasados durante siglos. Mucho hablar de que no hay fronteras, o de que hay que volver a las raíces, pero luego insultamos a la cultura latina. Mucho hablar de la reivindicación de la agencia del cuerpo femenino, pero no se permite a una mujer bailar como han bailado sus antepasados porque es de puta.

El eurocentrismo sostiene que los valores culturales y sociales europeos han de ser patrones universales a seguir. El desprecio, por no decir el odio, a la canción de Chanel revela un racismo soterrado y profundo que desgraciadamente reproducen a veces personalidades mediáticas, que creen ser de izquierdas, pero que no se dan cuenta de que lo blanco no es el centro del universo.

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