Cangas de Onís,

Ramón DÍAZ

La Asociación para la Defensa Jurídica del Medio Ambiente Ulex acusó ayer a la Consejería de Medio Ambiente y al organismo autónomo Parques Nacionales de ocultar a la opinión pública la eliminación de un ejemplar de lobo en una cacería celebrada el pasado mes de octubre en los Picos de Europa.

El colectivo ecologista, que preside el ex guarda del parque nacional Alfredo Menéndez, desveló que los guardas que participaban en las batidas organizadas por la Consejería de Medio Ambiente y Parques Nacionales mataron en la mañana del día 31 de octubre a una hembra joven de lobo dentro del espacio protegido. Fue en el transcurso de una batida que Ulex considera ilegal, por lo que en los próximos días presentará una denuncia ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).

Es la segunda vez en un año que Ulex acusa a las autoridades regionales y estatales de ocultar la muerte de un lobo en los Picos. En la ocasión anterior, Ulex pudo demostrar meses más tarde que la loba abatida estaba preñada y a punto de parir cuando cayó abatida por los disparos de los guardas.

El presidente de Ulex, Alfredo Menéndez, acusó al Principado y a Parques Nacionales de ocultar la muerte de la loba por motivos políticos y para dar a entender a la opinión pública que las cacerías de lobos siguen siendo actuaciones excepcionales, tal y como exige la ley. Menéndez sostiene justo lo contrario: el Principado y Parques Nacionales han convertido en cotidiana y rutinaria la organización de batidas en los Picos.

Según el presidente de Ulex, la ley señala claramente que los controles de población del lobo deben ser «el último recurso», que debe utilizarse únicamente «cuando fracasen todas las medidas preventivas». Pero las autoridades regionales y estatales hacen justo lo contrario: «En cuanto hay un avistamiento, organizan una batida. Ahora mismo, las batidas son la única medida que utiliza la Administración contra el lobo», indicó Menéndez. Ulex, un colectivo que tiene su sede en Cangas de Onís, sostiene que este tipo de actuaciones demuestra que no se ejecuta una «gestión seria» de la especie. Todo lo contrario: «No se realizan seguimientos de los resultados de los controles de población ni hay estudios serios sobre la población de esta especie o sobre los grupos familiares». Menéndez criticó con dureza a las autoridades socialistas, porque se han marcado como «único objetivo» el «exterminio» del lobo en los Picos de Europa. «Actúan a salto de mata. Primero disparan y después comprueban qué ejemplar han matado», señaló Menéndez.

Ulex ha solicitado en los Juzgados que se anulen los permisos para celebrar controles de población. Además, el colectivo ha exigido que se vuelva al estado anterior a las cacerías; esto es, que se reintroduzca el mismo número de lobos que se han abatido o que se apruebe una moratoria que impida cazarlos durante varios años, hasta que la especie recupere la población que tenía antes de que comenzaran las batidas.

Ulex complementará la denuncia con unas fotografías en las que, según todos los indicios, aparece, cuando aún estaba viva, la loba abatida el pasado 31 de octubre. La hembra de lobo cayó muerta en el paraje de Redimuña, perteneciente al concejo de Cangas de Onís. Fue precisamente en este mismo lugar donde un funcionario del parque nacional y un guardia civil, en mayo de 2004, mataron a siete lobeznos recién nacidos, a golpes y por estrangulamiento. La denuncia penal de Ulex por este caso no prosperó, dado que la especial situación jurídica del lobo, que no es ni especie cinegética ni especie protegida, condujo a que el hecho no fuera considerado delito penal. Ulex está ahora a la espera de una contestación a sus denuncias por otras dos vías: la administrativa y la disciplinaria. En el caso de que la Administración no conteste a las denuncias, Ulex interpondrá un contencioso-administrativo contra los autores de la muerte de los siete cachorros, que sólo contaban unos días de edad.