Arriondas (Parres),

B. MORÁN

El nombramiento de Íñigo de Diego Marín como nuevo gerente del Hospital del Oriente fue recibido como un soplo de aire fresco por los miembros del comité de empresa, que mantienen desde hace meses un fuerte enfrentamiento con el equipo directivo del centro, en especial con la gerente, María Dolores Menéndez, a la que han llegado a tildar de «represora». El organismo sindical, presidido por la doctora Lola Colunga, valoró positivamente el nombramiento y ven posible reanudar el diálogo con los gestores del Grande Covián, roto hace meses.

Los representantes de los trabajadores no dudaron en tender su mano al nuevo gestor del centro. «Puede contar con nosotros, sólo esperamos que lo haga, ya que la plantilla está deseando un cambio radical y la normalización del ambiente laboral por el bien y el futuro de este hospital», destacó Colunga, quien añadió que con la etapa de gestión de María Dolores Menéndez y su equipo «este hospital ha tocado fondo y necesita no una rehabilitación, sino una reconstrucción».

Los sindicatos también esperan que se renueve el equipo directivo del centro. «Si se cambia la cabeza también debe renovarse el resto del cuerpo. El equipo no ha dado buenos resultados, ni en materia laboral, ni en materia asistencial, así que confiamos en que la renovación sea completa», destacó Colunga, quien concluyó que la llegada de Íñigo de Diego supone «una ilusión renovada, porque este hospital pasa por uno de sus peores momentos y la plantilla es la mejor inversión de futuro». «El nuevo gestor cuenta con nuestra colaboración si sus objetivos son salvar este hospital», añadió.