Rafael Romero Pedregal (Llanes, 1971) es el presidente del llanisco Bando de la Magdalena desde el año 2015. La asamblea extraordinaria del colectivo le ratificó en la tarde del sábado como máximo responsable del bando para los próximos cuatro años. Su equipo de trabajo lo completan José Vicente Duque de Estrada y Almunia, en calidad de vicepresidente; Ricardo Berciano Villalibre, como secretario; Juan de Dios Guitián Díaz, como tesorero, y Carlos Marín Romano, como vocal.
- ¿Cómo afronta su segundo mandato al frente de la Magdalena?
-Como si fuera el primero. Tengo mucha ilusión y ganas de hacer las cosas bien. La gente que formamos la junta directiva queremos seguir manteniendo el nivel alcanzado por la fiesta, y mejorarlo si es posible.
- ¿Cuáles son las claves para que una fiesta de la importancia de la Magdalena siga creciendo?
-La participación de la gente es fundamental. Desde hace años, tal y como ocurre en los otros dos bandos de Llanes, hay un aumento en la participación. La gente vive la fiesta con mucha ilusión y hay que seguir fomentándolo. Eso es lo más importante.
- ¿Cómo define sus cuatro primeros años al frente del bando?
-Hemos intentado hacer las cosas de la mejor manera posible, que es de lo que se trata. Llevar un bando en Llanes significa mucho trabajo por todo lo que conlleva a su alrededor. Hay que hacer muchos esfuerzos que se completan con la devoción por la Santa y la ilusión.
- ¿Con que se queda de estos años?
-Me quedo con la participación de la gente y con ver cómo viven la Magdalena. En los últimos años tengo la sensación de que la gente se involucra mucho más, sobre todo los días principales, que son el día de la hoguera, el día grande o incluso el día 31.
- ¿Lo más complicado de los primeros cuatro años?
-Hay momentos y situaciones que pensabas que se resolverían de manera más sencilla, y hace falta mucho trabajo para hacerlo y la ayuda de mucha gente, pues hay momentos complicados en lo que a la organización se refiere que parece que te van a sobrepasar. Luego todo sale según lo previsto y sin mayor problema.
- ¿Qué objetivos se marca?
-Mantener la fiesta tal y como está, y si se puede mejorarla, es el primero de ellos, además de seguir haciendo bando. El bando es mucho más que las actividades que se organizan. El reto es seguir transmitiendo todas las ricas tradiciones que tenemos, tal y como nos llegaron, a la gente que viene detrás. En lo meramente festivo, debido a la experiencia que hemos alcanzado en estos cuatro años, queremos que se involucre mucha gente y hacer bando logrando que la gente ayude, aunque sea en alguna pequeña actividad.
- Es una junta directiva pequeña.
-No ha sido por nada en especial. Somos cinco personas. En la anterior junta éramos trece. Algunos no han querido repetir por diversos motivos, por ejemplo, laborales, y quedamos cinco por mera casualidad. No es malo ser pocos para repartirnos las responsabilidades, pero sí que necesitamos más apoyo externo. Mucha gente se nos ha ofrecido ya para colaborar. Esa colaboración es clave.
- ¿Qué presupuesto manejan?
-Suele oscilar en torno a los 115.000 euros, que fue el presupuesto de 2018. Se trata de una cantidad de dinero que hay que sacar. Para este año tendremos un presupuesto similar.
- ¿Ser presidente de la Magdalena era tal y como se lo imaginaba?
-He vivido el bando desde niño y mi madre fue vicepresidenta muchos años. Mi familia ha estado siempre muy metida en todo lo relacionado con la Magdalena, pero hasta que no estás dentro no ves realmente la cantidad de trabajo que hay detrás y todos los detalles que conlleva organizar unas fiestas como estas. Ser presidente de uno de los tres bandos de Llanes es un orgullo.
- ¿Ya han empezado con la preparación de los festejos de 2019?
-Sí, este mes ya comenzamos a trabajar. Lo más fuerte es a partir de abril, que es cuando se empiezan a cerrar cosas del programa. En julio empleamos muchas horas al día.
