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Al raposu le sale competencia en Piloña: los ladrones asaltan dos gallineros

"Sabían a lo que venían, se llevaron los mejores gallos", se quejan los propietarios de los animales, residentes en Espinaréu y en Mestres

Al raposu le sale competencia en Piloña: los ladrones asaltan dos gallineros

Al raposu le ha salido competencia en el municipio de Piloña, donde los amigos de lo ajeno han saqueado más de un gallinero en las últimas semanas. En concreto, hay constancia de robos de gallos y gallinas en el núcleo rural de Espinaréu y en el barrio de Mestres, ubicado este último a escasos metros de Infiesto. Podrían ser más, ya que al tratarse de hurtos menores los vecinos desisten en muchas ocasiones de denunciar ante la Guardia Civil.

En el caso de Mestres, los cacos operaron de madrugada y tuvieron que interrumpir la faena al constatar la presencia de vecinos, que acudieron al lugar alertados por los ladridos de los perros del vecindario. Aun así, tuvieron tiempo de sustraer tres gallinas y varios gallos de una cuadra, para disgusto de los dueños, que tenían en alta estima a los animales. "Sabían a lo que venían y conocían la zona, porque se llevaron los mejores ejemplares que teníamos", explica la madre del propietario de los animales, que vive a escasos metros de la cuadra "desplumada" en Mestres.

El suceso tuvo lugar hace ahora un par de semanas. La mujer escuchó al filo de las siete de la madrugada los aullidos de su can y salió a la parte trasera de la vivienda para tranquilizar al perro. Fue entonces cuando constató que había un gran alboroto en la cuadra. La salida fue aprovechada por algunos de los atracadores, que al comprobar que había dejado la puerta de la vivienda abierta habrían accedido a la misma. "Llegaron sólo a entrar al recibidor, pues al comprobar que yo no estaba sola, que había más gente en la casa, optaron por dar la vuelta y afortunadamente no echamos dinero ni nada más en falta", cuenta la mujer, aún con el susto en el cuerpo. "Yo vi escapar corriendo a dos, pero podían ser más", aclara.

La afectada confirma que no es la primera vez que se registran robos menores en el barrio de Mestres. "Afortunadamente somos todos una piña, y si algo malo pasa enseguida nos enteramos y salimos para ayudamos unos a otros", resume.

El municipio de Piloña ha sido objeto de pequeños hurtos desde comienzos de año. Así, en enero varios vecinos de Montecoya alertaron sobre la falta de aperos de labranza, tales como carretillas o fesorias. Esta misma semana un vecino de Infiesto recibió una paliza cuando daba de comer a sus pitas en el pueblo de Biedes al negarse a entregar dinero a un par de desconocidos.

Además, la polémica por poseer aves domésticas saltó la semana pasada a la palestra en la comarca a raíz de que el propietario de un alojamiento rural de Sotu Cangues (en Cangas de Onís) denunciara a su vecino por la tenencia de gallos que, según su versión, emitían ruido a horas intempestivas, impidiendo el descanso de sus clientes. El Laboratorio Asturiano de Calidad en la Edificación (LACE) emitió un informe en el que se constataba que los animales superaban los cuarenta y cinco decibelios permitidos por ley en ese horario.

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