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"No hay solución mágica contra el lobo", señalan los expertos en Cangas de Onís

El biólogo Mario Sáenz cifra en trescientas las manadas que habitan en España y defiende controles "allí donde los daños sean inaguantables"

Asistentes, ayer, a la jornada, en Benia de Onís C. CORTE

"Para acabar con los ataques del lobo no existe solución mágica: el problema es muy complejo". Lo dice el biólogo Mario Sáenz, que ayer participó en una jornada sobre ganadería extensiva en Europa organizada por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Asturias (ASAJA) en Cangas de Onís. Como ejemplo puso los mastines con los que los ganaderos vascos y leoneses tratan de proteger sus cabañas provocando, a veces, protestas entre los senderistas.

Sáenz calcula que existen en España trescientas manadas, aunque asegura que el conflicto que provoca esta especie es extrapolable a Alemania o Minesota. Por eso aboga por controles de población "allí donde los daños sean inaguantables", tal sería el caso de Ávila, con más de 1.400 ataques anuales, según sus datos. "Al lobo le van bien las cosas, sabe adaptarse a los distintos ecosistemas y su población no se encuentra comprometida", dijo.

En la misma línea se expresó la directora del COPA-COGECA (Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias Europeas), Oana Neagu, quien aseguró que algunas de las especies enumeradas en el Anexo IV de la Directiva Hábitats de la Unión Europea ya no necesitan una protección estricta, como sería el caso del lobo, y deberían pasar al Anexo V, donde podrían ser objeto de gestión cinegética. Neagu ofreció cifras como que por los daños causados por los grandes carnívoros en Finlandia en el año 2017 las compensaciones fueron de 5,4 millones o como que en Alemania murieron en ese año una media de 3,6 animales por cada ataque de lobo. Por países, España y Francia serían los que más bajas sufrirían en relación al volumen. "En Francia en 2004 se destinaron 5,9 millones para medidas de protección de rebaños, una cifra que subió en 2017 a los 23 millones y que financia el Ministerio de Agricultura y el FEADER. Con estas cifras es evidente que no podemos continuar con esta situación", apuntó. Por eso pidió que se realice una evaluación de impacto a nivel europeo de los costes socio-económicos causados por especies protegidas conflictivas en la que se tenga en cuenta el impacto ecológico del abandono del pastoreo.

Cerró el ciclo de intervenciones el director de la oficina de Asaja Bruselas, José M.ª Castila, quien defendió que la ganadería extensiva no es compatible con el lobo y abogó por un cambio en la Directiva Hábitats para que sea especie cinegética.

"No se hace porque falta el valor y el coraje de los gobernantes", dijo. A corto plazo solicitó un barómetro de indemnizaciones por daños "más justo, que tenga en cuenta no sólo las bajas sino el lucro cesante de haber criado por ejemplo una raza autóctona y de los abortos y falta de fertilidad que sufren los animales supervivientes por el estrés". En el encuentro se dio a conocer el proyecto europeo "Siega" llevado a cabo por Asaja en Asturias, Cantabria y Galicia para conocer en tiempo real la evolución de los pastos y la ubicación por gps del ganado.

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