Cuando regresan a los lugares que un día fueron suyos, evocan recuerdos y reviven situaciones. Y también se sienten parte del entorno, y de sus gentes. Cuentan cuando paseaban por aquella calle, seguramente llena de barro en sus tiempos y sin asfaltar. O cuando salían al baile, siempre con la misma ropa, la de los domingos.
En la residencia de Arenas de Cabrales continúan ejercitando las mentes de sus 19 usuarios y su directora, Andrea García, trabaja incansable para lograr su objetivo: "que la residencia sea un lugar abierto a la comunidad, y que los residentes sean parte de esa comunidad, no seres aislados del lugar donde han crecido y vivido".
Así, con esa premisa, surgió un proyecto hace algunos años que comenzará a materializarse este mes. Le han llamado "Viernes de café" y consistirá en salir del centro con los usuarios para acudir a todos los pueblos del municipio, uno cada mes.
Ahora buscan voluntarios para poder desarrollar la idea con facilidad. "La filosofía de abrirnos a la comunidad y no ser un ente hermético les servirá a todos, queremos contactar con la gente, estando aquí no siempre lo hacen, y que cuenten sus historias a todos los que quieran escucharlas, algo tan sencillo como tomar un café hace que no perdamos nuestra identidad ni nuestros vínculos", explica Andrea García. Los residentes, cuenta la directora, "están muy contentos" y serán los principales beneficiarios de un proyecto que, insiste García, "necesita voluntarios, sobre todo, de cara al transporte y la deambulación".
