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La venta de los xatos casinos resiste la crisis con un nuevo lote que parte hacia Toledo

Los criadores de la raza asturiana de la montaña vendieron a un cebadero 114 machos pasteros

Algunos de los terneros recién adquiridos por Fernando López suben a un camión. | Eva San Román 

Los ganaderos que garantizan la continuidad de la raza de vacuno asturiana de la montaña han tenido un respiro. Un total de 114 terneros casinos criados en la comarca oriental fueron vendidos ayer a un cebadero de Castilla-La Mancha. Irán a Menasalvas (Toledo), donde el propietario de la instalación, Fernando López, los continuará engordando para exportar más adelante “sobre todo a los países árabes”.

La operación de venta se realizó en el mercado comarcal de ganados de Cangas de Onís y es la primera del año que cierra la Sociedad Agraria de Transformación “Las Vacas Casinas”, encargada de dar salida a los machos pasteros de los miembros de la Asociación de Criadores de Raza Asturiana de la Montaña (Aseamo). Ayer, según apuntaba Paco Cueto, técnico agropecuario del colectivo, “hasta cincuenta ganaderos pudieron dar salida a xatos de un mínimo de 120 kilos y de entre seis, siete y ocho meses”. Muchos de ellos habían quedado sin venderse el pasado año debido a la situación sanitaria y la merma en el negocio de la compra venta de vacuno.

A ojos de Armando Gutiérrez, secretario de Aseamo, esto supone “un alivio y ofrece una salida a los ganaderos que no sólo tratamos de que no se extinga la raza casina, sino que pretendemos vivir de las ventas de un sector que está siendo golpeado de forma constante, tanto por las administraciones, como por el propio mercado”.

Porque el sector está “mal, muy mal. Si no fuera por las ventas que podemos hacer a los países árabes, que continúan comprando en cantidades muy grandes, no podríamos sostener la situación actual”, apuntó Fernando López, que aún debe engordar los terneros que ayer recogió en Cangas de Onís hasta alcanzar un mínimo de 480 kilos. “El alimento cada vez vale más y la carne cada vez vale menos. El kilo de pienso ha subido ocho pesetas (5 céntimo de euro) y un animal come tranquilamente hasta su venta 2.000 kilos. Echa la cuenta teniendo presente que el precio de la carne no sólo no ha subido, sino que está bajando. Si no fuera por los árabes, que también han bajado el precio de compra, lo tendríamos muy difícil”, subrayó el manchego.

Es el sexto año que López cierra el trato con Aseamo para garantizar que los xatos de los socios del colectivo tengan una salida al mercado. “Es una buena carne, como la que se produce en todas las razas autóctonas”, abundó, aunque reconoce que el cliente aún no sabe discernir entre la calidad de una ternera y la de otra. “Nosotros vendemos parte al mercado nacional, pero el volumen mayoritario va destinado a países como Arabia Saudí, Turquía, Libia, Jordania, Líbano y Argelia, y se vende por cantidad, no por otra cosa”, detalló.

Desde la asociación que aspira a mejorar y conservar la raza autóctona son conscientes de la situación, pero, con todo, durante 2020 lograron encajar 1.500 terneros al cebadero de Toledo. Fueron unos datos mejores a los de 2019, cuando habían vendido unos 1.130 animales pasteros al mismo proveedor. Este año la tónica va encaminada a seguir esa misma senda y repetir el porte que se hizo ayer en los sucesivos meses.

La comarca del Oriente suma ya con el 95% de la raza asturiana de la montaña de toda la región, y los animales pastan en su mayor parte por las sierras del Cuera y el Sueve y en los Picos de Europa.

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