El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Fieles, a las puertas del templo.
María Villoria
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
Los fieles de la Magdalena, de Llanes, cumplieron con su clavel rojo
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.
El bando llanisco celebró su fiesta grande de la Magdalena, sin procesión ni grandes encuentros, pero con pasión y sin perder el clavel rojo en la solapa que les distingue.