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La Fiscalía investiga al Ayuntamiento de Llanes por una licencia que dañó una cueva prehistórica

Cultura denuncia que las obras para construir un chalé, paralizadas en 2020, causaron deterioros “de imposible reparación” en el Covarón de Parres

La obra que se ejecutaba junto al Covarón de Parres, en Llanes, en una imagen tomada hace un año, una semana después de que el Ayuntamiento ordenara su paralización. | LNE

La Fiscalía Superior del Principado de Asturias investiga al Ayuntamiento de Llanes por un presunto delito contra el patrimonio histórico, al haber otorgado una licencia de obras para construir un chalé a la entrada del Covarón de Parres, un importante yacimiento prehistórico declarado bien de interés cultural (BIC). Los trabajos, paralizados desde hace un año, provocaron daños “de imposible reparación” en el yacimiento, según la denuncia presentada por la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo. Los dueños de la finca solicitaron permiso para levantar una vivienda unifamiliar y este fue concedido por el Ayuntamiento de Llanes. Fuentes municipales aventuraron que, ocurra lo que ocurra con la actual investigación, “habrá que indemnizar a la propiedad”. Este periódico intentó ayer sin éxito obtener la versión de la concejala de Urbanismo, Marián García, y del alcalde, Enrique Riestra.

El ministerio público abrió diligencias de investigación el pasado mes de mayo, tras la recepción de un escrito y documentación adjunta de Cultura. En esa comunicación se ponía en conocimiento de la Fiscalía la realización de ciertas actuaciones causantes de “daños de imposible reparación” en la cueva de El Covarón, debido a la construcción de una vivienda unifamiliar; concretamente, en la boca de acceso secundaria a la cueva.

Según la Consejería de Cultura, la licencia municipal se otorgó sin la preceptiva autorización de ese departamento autonómico. La denuncia revela que en marzo de 2021 la Comisión permanente del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias determinó que en la parcela en la que se había iniciado la construcción de esa vivienda no resulta admisible la ejecución de obras de construcción, pues está situada dentro del área de protección del yacimiento prehistórico.

La Fiscalía, tras la denuncia recibida, incoó las diligencias de investigación por si los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de un delito contra el patrimonio histórico, recogido en los artículos 321 y siguientes del Código Penal. Al finalizar las diligencias de investigación, si la Fiscalía considera que existen indicios de delito, formulara la correspondiente denuncia en el juzgado. En caso contrario, decretará el archivo de las diligencias. Esta última decisión no sería recurrible, aunque Cultura sí podría reiterar su denuncia ante el juzgado de instrucción correspondiente.

Fuentes municipales explicaron que la licencia municipal para construir el chalé junto a la boca del Covarón de Parres se concedió con el visto bueno “de un arquitecto eventual que no se percató de la existencia en las inmediaciones de ese bien de interés cultural”. Estas mismas fuentes destacaron que el Ayuntamiento remitió el proyecto a la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) con el objeto de dilucidar cuestiones urbanísticas, y que ese organismo “tampoco observó problema alguno y dio luz verde a la actuación”.

Sin muros ni paredes

Según las fuentes consultadas, fueron los propios servicios municipales y un arqueólogo los que dieron la voz de alarma cuando apenas habían transcurrido quince días desde el inicio de las obras. De inmediato, el Ayuntamiento ordenó su paralización. Fue el 6 de mayo de 2020. “Sólo se movió algo de tierra y se empezaron a colocar los cimientos. Ni se levantaron muros ni paredes”, añadió otra fuente municipal.

Una de las primeras denuncias sobre la ilegalidad de las obras fue lanzada por la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL), que en mayo del año pasado exigió a la CUOTA y al Ayuntamiento de Llanes la “revisión y nulidad” de la licencia urbanística que permitió iniciar la construcción de la vivienda en el área protegida de la cueva del Covarón, en Parres.

“Los cimientos se han construido sobre un karst, por debajo del cemento está lleno de ríos; nos gustaría saber a dónde pretendían llevar los desagües”, clamó entonces María José Rodríguez, portavoz del colectivo vecinal. “Aquí ha habido una ilegalidad administrativa grave que ha permitido un arquitecto y que ha dado de paso la CUOTA cuando se sabe que es imprescindible, y vinculante, la autorización del servicio de Patrimonio”, un paso que desde el Consistorio y desde el Gobierno regional no dieron con lo que las obras obtuvieron permiso y los trabajos ya han comenzado, “en pleno confinamiento”. AVALL urgió la restitución del terreno.

También pidieron explicaciones y la depuración de responsabilidades Podemos y el PSOE. Esta última formación manifestó sus sospechas de que detrás de la ilegalidad estaban personas vinculadas al grupo político del Alcalde, Vecinos por Llanes. El Gobierno local respondió revelando que en 2010 los socialistas habían concedido una licencia en el mismo lugar y, también, sin informe de Patrimonio Cultural.

La cueva de El Covarón, en la localidad llanisca de Parres, contiene dos conjuntos de manifestaciones sobre sus paredes. El primero, localizado en el exterior, está formado por una serie de trazados grabados en la roca que están los arqueólogos adscriben a los inicios del Paleolítico Superior.

El segundo conjunto tiene un interés mayor y está en una galería del interior. Presenta, por un lado, signos y manchas pintados en rojo, datados a finales del período Solutrense e inicios del Magdaleniense, y por otro, figuras de animales en pintura negra, del Magdaleniense Medio e inicios del Superior. La Consejería de Cultura aprobó en 2009 un decreto por el que se delimitó el entorno de protección de la cueva.

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