Diana DÍAZ

«Dialogues des carmélites», la ópera del compositor francés Francis Poulenc, llega por primera vez a Asturias. Terminada en 1957, inaugurará el próximo día 20 la 61.ª Temporada de Ópera de Oviedo. Los días 22, 24 y 26 se celebrarán el resto de las funciones de la obra, inspirada en el martirio de las religiosas de Compiègne. «Diálogos de carmelitas» recoge el episodio histórico relatado en las memorias de la madre María de la Encarnación en la época de la Revolución Francesa. La escritora alemana Gertrud von Le Fort recuperó el drama del grupo de monjas condenadas a morir en la guillotina por mantener en secreto la práctica religiosa durante la época del Terror. En 1948, George Bernanos elaboró un guión teatral sobre las dieciséis religiosas, que Pío X beatificó en 1906. Este texto, que se llevó a las pantallas en la década de los años sesenta, fue sobre el que Poulenc y Emmet Lavery elaboraron la ópera, por encargo de la casa editorial Ricordi.

El teatro Campoamor recibirá los «Diálogos de carmelitas» firmados por Robert Carsen. El director de escena vuelve a Oviedo, tras su exitosa «Jenufa» de hace dos años. Su producción de la ópera principal de Poulenc -el compositor escribió otra ópera anterior, «Les mamelles de Tirésias», y un monólogo lírico para soprano titulado «La voix humaine»- se mantiene en el candelero de la lírica. Estos «Diálogos» se vieron en el teatro Scala de Milán, en el año 2000, y luego fueron aplaudidos en el Real de Madrid, hace un par de temporadas.

La producción ha calado de tal modo, que a Carsen le fueron concedidos, por sendas presentaciones de su apuesta escénica, el prestigioso premio «Abbiati» y el premio lírico «Teatro Campoamor», que la crítica española otorga desde Oviedo.

Aportaciones como la de Carsen impulsan a descubrir definitivamente «Diálogos de carmelitas», una de las óperas más accesibles del siglo XX.

Nombres estelares de la lírica incluyen en su repertorio a los personajes de profunda psicología que presenta esta obra. Como decía el propio Poulenc, que fuera integrante del llamado «Groupe des Six», «es una obra sobre la Gracia y la transferencia de la Gracia».

En su programación, Oviedo tiene así en cuenta los caminos emprendidos por la lírica nacional e internacional. Sesenta años de historia desembocan necesariamente en implicación e inquietud por las posibilidades que la lírica es capaz de ofrecer al público. En España, «Diálogos de carmelitas» se presentaba, con no demasiada fortuna, en el Liceo de Barcelona en 1959. Dicha presentación acontecía tras el estreno absoluto de la ópera en la Scala, en 1957, aunque en italiano. Poco después, la Ópera de París acogía el estreno en su versión original, en francés. El teatro de la Maestranza de Sevilla, el Real y la temporada de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera han sido las últimas plazas donde se ha programado la ópera de Poulenc en España.

La producción que presentará la Ópera de Oviedo, con escenografía de Michael Levine -asiduo compañero de Carsen sobre las tablas-, centrará la atención en la voz y la actuación. En un montaje minimalista, donde la luz y las combinaciones de los colores blanco y negro juegan con el impacto emocional, primarán la sobriedad y la pureza. Tal es el sentido de la música de la ópera de Poulenc, profundamente sensible y contenida, en la que cantantes y orquesta, en los atriles de la Sinfónica del Principado de Asturias, dirigida por Maximiano Valdés, tendrán que fundirse en beneficio del drama.

Poulenc respetó en su composición la claridad del texto, que trató con recitativos ariosos y una riqueza melódica que también se dibuja en la orquesta, llena de colores que recogen la herencia musical francesa y rusa. La ópera, en tres actos, desemboca en la conmovedora última escena del cántico de la ejecución de las hermanas. De blanco impoluto, Blanche de la Force, la protagonista, y el coro de carmelitas entonarán el «Salve Regina» y «Veni Creator», a la espera de los golpes de la guillotina.

En la presentación del título en Oviedo, el Coro de la Ópera acogerá la colaboración del Coro «Intermezzo». En las filas de la formación, procedente de San Sebastián, cantará Sonsoles Espinosa -la esposa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero-, que interpretará a una de las carmelitas mártires.

Grandes voces de la lírica han quedado fascinadas por el reto que supone encarnar a los personajes de «Diálogos de carmelitas». Ainhoa Arteta fue la última, al debutar en el papel de Blanche, en Bilbao. En Oviedo, el papel principal lo interpretará la soprano María Bayo, una voz de referencia internacional y que cuida con exquisitez cada proyecto. La cantante opinaba para LA NUEVA ESPAÑA sobre el papel de Blanche: «Es un papel de madurez, sobre una mujer que busca encontrarse a sí misma en el lugar equivocado». La soprano navarra seguirá trabajando la música de Poulenc el año que viene, en una nueva producción de «Les mamelles de Tirésias», a cargo del Arriaga de Bilbao, teatro que dirige artísticamente el ovetense Emilio Sagi. Precisamente, Bayo acaba de hacer una Rosina del «Barbero de Sevilla» en la Ópera de París y en tres meses interpretará a Ann Truelove, de la ópera «The Rake's Progress», en Madrid. Ambos títulos, de Rossini y Stravinski, respectivamente, los contempla en su 61.ª Temporada la Ópera de Oviedo.

El ciclo lírico, al tanto de lo que sucede alrededor del género, mantiene una política de equilibrio entre los grandes hitos del repertorio y los títulos más actuales, atendiendo a las lecturas que pueden ofrecer los intérpretes de los espectáculos, desde las voces hasta la dirección escénica, tanto en las obras tradicionales como en las modernas.

En los «Diálogos» que abrirán la temporada ovetense aparecerá, además, la veterana Viorica Cortez, en la cabeza del elenco. La mezzosoprano rumana interpretará a Madame de Croissy. El papel de la priora, con un momento desgarrador en la ópera, lo acometen últimamente grandes señoras del canto, como Cortez y Raina Kavaibanska, en el caso del Real de Madrid.

Otros alicientes en el reparto serán Elena de la Merced y Kristine Jepson, que debutan en el ciclo ovetense.

La joven soprano Elena de la Merced, nacida en Australia y valenciana de adopción, interpretará a la hermana Constante de Saint-Denis. La soprano debuta en la ópera, pero es conocida por el público ovetense por sus apariciones en repertorio sinfónico-coral, como en dos «Mesías» de Haendel, en los que cantó como solista. Tras ganar el «Aragall» y el concurso «Viñas», la cantante ha catapultado su voz en la última década. Entre otros papeles, ha hecho de Susanna en «Las bodas de Fígaro», Zerlina en «Don Giovanni», Mademoiselle Silberklang en «Der Schauspieldirektor» de Liège, Adina en «El elixir de amor» y Norina en «Don Pasquale». También participó en la zarzuela «Luisa Fernanda», en la Ópera de Washington.

Respecto a Kristine Jepson, que interpretará a María de la Encarnación, debutó en las óperas de París y San Francisco y en el Metropolitan de Nueva York, en el año 2000. La mezzo ha recorrido las salas líricas más relevantes del mundo, dirigida entre otros maestros, por James Levine, James Conlon, Gerard Schwarz y Riccardo Chailly.

El reparto se completa con nombres como la joven soprano Pamela Armstrong, que regresará al Campoamor tras su debut en Oviedo, el año pasado, en «Thaïs»; Marc Barrard, como el marqués de la Force, y la ovetense María José Suárez, en el papel de la hermana Matilde.