David GONZÁLEZ

Los turistas no dejaron de entrar en la Oficina Municipal de la plaza de la Constitución a lo largo de toda la mañana de ayer, lo que para el Ayuntamiento es un buen síntoma. Pese a la crisis, el número de visitantes que durante la primera quincena de julio acudió a solicitar información en las oficinas de Turismo rondó en torno a las 10.000 personas, unas 2.000 más que el año anterior durante las mismas fechas.

El pasado mes de mayo, 30.000 turistas llegaron a la ciudad, que encabeza el ranking de visitas del Principado.

Según fuentes municipales, se espera que agosto registre un aumento de los visitantes. En 2008, la ocupación hotelera experimentó un incremento en torno a un 10 por ciento en todas las modalidades de establecimientos comprendidas entre las dos y las cinco estrellas, llegando a alcanzar cifras totales de casi un 75 por ciento.

Este año la afluencia de extranjeros ha experimentado una cierta tendencia a la baja, que se compensa con el turismo nacional. Por autonomías, los que más prefieren Oviedo son los madrileños, seguidos de vascos, andaluces y catalanes. También hay excepciones, como la de Pameng Hsiao, más conocido como Gustavo entre sus amigos. Este joven estudiante de Medicina, taiwanés, había llegado ayer a la ciudad con su bicicleta cargada hasta los topes con todos los pertrechos necesarios para emprender el Camino de Santiago. La ruta jacobea se ha convertido en la principal vía de llegada de los visitantes extranjeros, sobre todo de franceses.

«Lo cierto es que estoy sólo de paso, y lo lamento, porque lo poco que he visto me ha gustado mucho. Sobre todo, la Catedral», cuenta Gustavo.

El perfil medio del viajero que acude a Oviedo por el verano no ha variado: pareja española de mediana edad que busca un turismo de tipo cultural y de calidad.

Un buen ejemplo del turista estándar lo constituyen Daniel Bassas y su esposa, Lourdes, que han venido a Oviedo con sus dos hijos, aprovechando un programa de intercambio universitario.

Daniel, profesor en Girona, confiesa que lo que más les ha impresionado es el monasterio de las Pelayas. También afirma que aprovecharán para ver otras partes de Asturias. «Pensamos ir también a Cudillero y a la Senda del Oso», comenta.

La mayoría de los visitantes que vienen a Oviedo lo hace dentro de un recorrido turístico a mayor escala por toda la región. Ese es el caso de un grupo de amigos granadinos, que ha visitado ya los Picos de Europa. Para que su viaje no les resulte muy caro en tiempos de crisis, duermen en un camping.