Á. F.

El cocinero Pedro Morán fue un antiguo compañero de fatigas de Fernando Martín. Con él, recordaba ayer a este periódico, fundó en la década de los años 80 el primer foro que se creó para fomentar la cocina asturiana, y también con Martín emprendió un viaje histórico a Madrid para organizar las primeras jornadas gastronómicas en la capital del reino. Por ciento, fueron un éxito y marcó un importante precedente. El camino ya estaba abierto y dio sus frutos.

«Fernando Martín marcó una línea a seguir en la gastronomía asturiana que después continuamos todos». Con el paso del tiempo se dieron cuenta de que habían seguido el camino adecuado, y uno de los muchos ejemplos es el del propio Pedro Morán, que también logró una estrella Michelin que luce con orgullo en la puerta de su centenario establecimiento.

En definitiva, lamentó Morán, «desgraciadamente se nos fue un clásico y un maestro de la gastronomía asturiana por la que tanto peleó y en la que tanto ingenio depositó».