Ch. NEIRA

Los ciento veinte mil metros cuadrados que ocupa en la actualidad la Fábrica de Armas de Santa Bárbara de La Vega, en Oviedo, vuelven a estar bajo los focos urbanísticos con el anuncio por parte de General Dynamics de cerrar el conjunto fabril para trasladar toda la producción a Trubia. No es la primera vez que se plantea esta posibilidad. Hace unos veinticinco años que lleva sonando la canción de la fusión, y desde entonces el solar ya ha visto cómo le redactaban hasta tres planes urbanísticos.

El primero, en 1991, vino de la mano del Gobierno del socialista Rodríguez-Vigil. Fue, en realidad, una posibilidad, un encargo secreto que sólo se conoció años más tarde. Sogepsa se lo encargó al arquitecto Ángel Rami Noguero y allí se preveía construir un auditorio-palacio de congresos, un centro comercial, dos torres gemelas, el pabellón de Asturias de la Expo-92, la estación de autobuses y 700 pisos.

En aquel proyecto también se incluía la adecuación del entorno de San Julián de los Prados y su integración con el recinto de la Vega, convirtiendo la «Y» en una vía inserta en el casco urbano. Algo parecido fue lo que se propuso en 2003, cuando el Ayuntamiento convocó un concurso para redactar un plan sobre el proyecto anunciado por Fomento de una losa para Santullano. El plan lo redactó el despacho de Menéndez y Gamonal, y aunque finalmente se sacó del proyecto la parte referida a la fábrica porque eran terrenos de Defensa, en el estudio inicial sí se trabajó con el recinto de La Vega.

En concreto, los arquitectos conectaban La Vega con el resto de la ciudad, planeaban levantar varios bloques de edificios y respetaban los elementos protegidos: el castillo de entrada, los chalés de los ingenieros, los restos del monasterio y la capilla de Santa María de la Vega. En el plan de Menéndez y Gamonal también destacaban otras ideas, como la integración de algunos elementos del patrimonio industrial del conjunto fabril. Así, se respetaban los muros y volúmenes de ladrillo más antiguos para convertirlos en elementos dotacionales o en viviendas tipo «loft».

La paralización del proyecto de la losa de Santullano también supuso la desaparición de estos planes para La Vega, en los que el Ayuntamiento, siempre bajo la perspectiva de un supuesto traslado a un nuevo complejo en Olloniego y con el acuerdo de los trabajadores, también había llegado a proponer una factoría cultural a imagen y semejanza de la levantada en Bochum en una antigua acería, que se financiaría con una parte destinada a la construcción de viviendas.

Con todo, la losa de Santullano fue un proyecto que el Gobierno de Vicente Álvarez Areces volvió a rescatar y que el entonces alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, subió hasta extender el proyecto a la zona del Rubín.

Ahora, las intenciones de General Dynamics vuelven a poner los focos urbanísticos sobre los 120.000 metros cuadrados de La Vega, una zona de la ciudad que, aunque salida Norte, está ya completamente integrada en la zona centro. Los tiempos, sin embargo, han cambiado y las grandes propuestas como la del proyecto de Rodríguez-Vigil, con equipamientos estrella y grandes desarrollos urbanísticos, parece que están muy alejadas de lo que podría ser un nuevo plan especial, y ya sería el cuarto para La Vega. El traslado de la fábrica todavía está en veremos y hace falta que Defensa admita la devolución de los terrenos al Ayuntamiento.