Primera modificación

La UTE Buenavista, explica el informe, propuso al estudio de Calatrava cambiar el concepto de un tubo continuo por 32 tramos independientes. La modificación da como resultado que el arco móvil se integre por dos chapones unidos entre sí por un tubo y a la costilla móvil por un embulonamiento, «elemento que con posterioridad será causa de problemas».

Rechazo de Waagner-Biro

La empresa encargada de tutelar el movimiento de la visera y de diseñar los hidráulicos, Waagner-Biro, rechaza, de hecho, la solución y solicita que le firmen «la no responsabilidad ante daños y perjuicios que pudiese ocasionarse por diseño del arco frontal finalmente aprobado», detallan los ingenieros en el informe encargado por Jovellanos XXI.

Las soldaduras

Posteriormente se trató de ejecutar cuatro veces el montaje del arco móvil y las cuatro veces fueron intentos fallidos. El informe aclara que los motivos por los que rompieron las soldaduras son varios y que no se llegó a ninguna solución que garantizase que este proceso se pudiera hacer con éxito.

Un nuevo proceso

De tratar de ponerse en marcha de nuevo la visera, sin seguridad de que las soldaduras funcionaran esta vez, el informe alerta de que un izado del arco obligaría a desalojar todo el edificio por el riesgo de daños estructurales al conjunto.

Sin garantías

Los técnicos concluyen que no hay «garantías suficientes» de que la visera del Calatrava se pueda mover con éxito.