Sexólogo

Carolina G. MENÉNDEZ

Preparar a los adolescentes para vivir el primer enamoramiento, ayudarles a entender y disfrutar las primeras relaciones de pareja, hacerles ver la importancia del respeto con uno mismo y el otro y ayudarles, en definitiva, a construir relaciones más sanas y libres fueron los temas analizados ayer en la conferencia que ofreció el sexólogo Silberio Sáez en un acto organizado por el Teléfono de la Esperanza.

-Son muchos los padres que no saben cómo afrontar la educación sentimental y sexual de sus hijos adolescentes, algunos incluso evitan hablar con ellos de estos temas. ¿Qué papel deben desempeñar?

-En el tránsito a una nueva etapa, de los 12 a los 16 años, los jóvenes necesitan más que nunca que alguien les oriente, a pesar de que en estas edades las relaciones desde el diálogo son muy difíciles. A esto hay que sumar los miedos de los padres por ser herederos de una historia afectiva y social muy compleja. No obstante, quiero que los padres entiendan que ellos no son los responsables de dar una información genital, ya que de la parte científica se ocupan los educadores; su papel es el de marcar unas pautas con coherencia sobre las relaciones afectivo-sentimentales aunque sean rechazadas.

-¿En qué medida una formación afectiva adecuada en la adolescencia favorece las relaciones futuras de los jóvenes?

-Los últimos estudios señalan que los chicos que tienen las relaciones coitales más precoces, o bien no recibieron una formación al respecto o si la tuvieron estuvo centrada en la transmisión de unas normas muy estrictas. Es decir, que si tienen información sexual demoran el primer coito.

-¿Los jóvenes vinculan el sexo más al amor o al placer?

-Actualmente se ha legitimado el uso placentero de la sexualidad, por lo que ésta no está ligada a la dimensión afectiva.

-¿Están suficientemente informados o en materia sexual son víctimas de una desinformación?

-Hay una sobreestimulación del sexo en los jóvenes y existen mensajes incorrectos. La única alternativa para que tengan capacidad de crítica es la educación. Si les adiestramos estaremos ayudándoles, pero para ello no hay que utilizar un discurso catastrofista, no se trata de educar en el miedo.

-¿Internet está banalizando el sexo?

-Internet está convirtiendo lo íntimo en público y nos ha puesto en una situación que tenemos que analizar con detenimiento. El sexo llama y se emplea como un reclamo, por lo que hay que andar con pies de plomo, ya que ofrece más información inadecuada que adecuada.

-Su equipo asesora a los estudiantes de la Universidad de Zaragoza en materia sexual. ¿Qué aspectos son los que más les preocupan?

-Hemos detectado que los universitarios tienen mucha información pero no saben distinguir lo importante de lo anecdótico. Tienen una imagen idílica del sexo y el trabajo que tienen por delante es bajar las expectativas a la realidad.

-¿A qué se debe esta distorsión de la realidad sexual?

-Los jóvenes sufren su sexualidad por la existencia de un modelo mediático que es muy exigente tanto en el plano estético como en los resultados.

-¿Existe una visión diferente del sexo entre los hombres y las mujeres?

-Los chicos desconocen el funcionamiento de la respuesta sexual de las mujeres y ello les afecta. De hecho, hay una crisis de masculinidad ante la sexualidad, el rol del hombre está en crisis.

-¿Cree que el sexo se ha magnificado?

-La sexualidad se mitifica en exceso. En el universo juvenil está sobrevalorada. Yo digo que vivimos en un período de orgasmocracia.