Los trabajadores de la Fábrica de Armas de La Coruña -que Santa Bárbara Sistemas plantea cerrar, dentro del ajuste de empleo que prevé un ERE de 246 trabajadores en la factoría de Trubia- abandonaron ayer durante unas horas el encierro que mantienen en la empresa desde hace nueve días para participar en la segunda manifestación que realizan esta semana para reclamar una solución que evite el cierre de las instalaciones. Según la Policía Local, unas 900 personas secundaron la movilización, en la que los empleados reclamaron a la Xunta y el Gobierno central que tomen decisiones que obliguen a General Dynamics, propietaria del grupo Santa Bárbara, a dar marcha atrás en su intención de despedir a toda la plantilla coruñesa.

Cinco concejales del PP se situaron en la cabeza de la manifestación, que partió de A Palloza, en la que también estuvieron presentes dos ediles del PSOE, uno del BNG y el único representante de Esquerda Unida, además del portavoz del Bloque en el Parlamento gallego, Francisco Jorquera, y el diputado del Partido Popular en el Congreso Juan de Dios Ruano. El Grupo municipal Socialista respaldó, además, las demandas de los trabajadores para que Xunta y Defensa impidan el cierre de la factoría.

Ante el Instituto Eusebio da Guarda, una de las primeras ubicaciones de la fábrica, el presidente del comité de empresa, Roberto Teixido, calificó de «perfectamente factible» una alternativa industrial a la producción de armamento y aseguró que el Gobierno autonómico también cree viable esa solución, por lo que le exigió que reclame al Ejecutivo central «el mismo trato» concedido por General Dynamics a otras comunidades autónomas. «Estamos notando que la respuesta política de la Xunta está tardando, porque el día 12 de abril está ahí», declaró Teixido, quien recordó que ése es el plazo dado por la empresa a los empleados -también a los de Trubia- para acogerse a los planes de bajas voluntarias e incentivadas.