El proyecto conocido como "Los palacios de Gabino", después de haber pasado doce años desde su inicio y de la reciente creación de una comisión de investigación, continúa siendo una provocación para la más básica inteligencia ciudadana. Lo cual, lamentablemente, nos lleva a pensar que al final, digan lo que digan, muchos seguiremos pensando "yo no soy tonto". Resulta que ahora algunos se sorprenden de algo que ya estaba cantado y contado: que en este proyecto hay, según informa este periódico, 95 millones de euros de "beneficios en exceso".

El pasado día 26 de abril, cuando ya estaba cerrada la comisión de investigación, los técnicos municipales ratificaron el dictamen de la empresa Argon Consultores (contratada por el Ayuntamiento para tasar el valor de la rescisión del contrato con Jovellanos XXI), según el cual se debe pedir a Jovellanos XXI 95 millones, después de haber deducido el valor del Palacio de Congresos (sesenta millones), y ello porque ése ha sido el valor neto en exceso que la promotora recibió en esta operación.

Algunos venimos diciendo desde hace nueve años que sobre este complejo proceso parece que existe más información en los medios de comunicación que en el propio expediente municipal. Y ahora esta información lo corrobora, pues parece que los miembros de la comisión han conocido todos estos importantes datos a través de los medios de comunicación.

Consciente de la gran importancia de este proyecto para Oviedo y para sus arcas, durante los últimos nueve años me he molestado en clasificar y analizar la información publicada, y en base a esa información he preparado nueve artículos de opinión en este periódico en sus momentos críticos y elaborado el blog "palaciosgabino.blogspot.com.es", en el que hay unas doscientas referencias de medios de comunicación entre los años 2003 a 2008.

Siempre he dicho que hay dos momentos decisivos en este proyecto: el primero, en el momento de su adjudicación, y el segundo, en el acuerdo, que por impago del Ayuntamiento se hace a partir de septiembre de 2005.

Momento adjudicación. El proyecto inicial de Gabino por un coste de 1.800 millones de pesetas queda desierto y en ese momento surge en la prensa la oferta de la empresa Jovellanos XXI, de la mano de dos empresarios asturianos, en la que como novedad se ofrece por treinta millones de euros (5.000 millones de pesetas) un Palacio de Congresos (26.000 m2), casi el doble del propuesto por Gabino, y, además, como arquitecto a Santiago Calatrava.

El Ayuntamiento de Oviedo hace un nuevo concurso ajustado a la oferta anterior, donde los cambios más importantes son los siguientes: se añaden novecientas plazas de aparcamiento, se duplica el hotel, se aumentan en un 40% las viviendas, pero el Palacio de Congresos se queda en 15.000 m2 en lugar de los 26.000 m2. Por esos cambios el Ayuntamiento pagará 3.200 millones de pesetas más, al pasar de los 1.800 millones a los 5.000. En conclusión, el Ayuntamiento va a pagar casi el triple de dinero al adjudicatario, que además recibe más derechos edificatorios, como resultado de haber aumentado la edificabilidad en más de un 50%, bien es verdad que para despistar el paquete venía envuelto en dos "Calatravas".

Momento acuerdo por impago. En septiembre de 2005, para no entrar en la resolución del contrato por impago del Ayuntamiento de Oviedo, la adjudicataria le ofrece la solución de comprarle los suelos municipales previstos para aparcamientos, comercio y centro social.

Las consecuencias de ese acuerdo son: el Ayuntamiento pierde el Palacio de Jovellanos, le vende el suelo previsto para los dos aparcamientos (más de 52.000 m2), los 300 m2 de suelo del centro social, los 9.500 m2 de suelo comercial en Jovellanos y, en lugar de hacer un Palacio de las Artes, se construirá un edificio de servicios. A cambio la adjudicataria, en lugar de pagar al Ayuntamiento de Oviedo treinta millones de euros, le cobrará veinte.

Ya en ese momento, el 26 de octubre de 2005, le pedía desde este periódico, al entonces alcalde de Oviedo, que estaba obligado a explicar y a aclarar todos los aspectos urbanísticos y económicos del ir y venir de este proyecto tan importante para el futuro de Oviedo y de los ovetenses.

Pero no contentos con todas estas modificaciones, cuando aún no había pasado un año, el gobierno del PP en el Ayuntamiento de Oviedo decide vender el suelo y los derechos edificatorios que le quedaban en el Vasco, por lo que desde este periódico y a la vista de estos desmanes denuncio que "el proyecto de los palacios y Cinturón Verde convergen en el Vasco uniendo sus fuerzas especuladoras y han acabado con el último vestigio de terreno municipal, en ambos casos, realizando operaciones urbanísticas que han sido totalmente negativas para el patrimonio del Ayuntamiento de Oviedo. En el Vasco perdemos el 100% y en Buenavista, el 90%". Como resultado de este último acuerdo de venta el Ayuntamiento de Oviedo salda toda su deuda con Jovellanos XXI y Oviedo pierde su patrimonio en el Vasco.

Consecuencias. Allá por el año 2006 denuncié de forma reiterada la desvergüenza de que a la sombra del relumbrón del Calatrava Oviedo hubiese perdido la oportunidad de un equipamiento cultural en el Vasco, cuando era la última posibilidad de la única aportación urbanística de esas características por parte del desaparecido cinturón de hierro y mal llamado Cinturón Verde. Era una obligación para con Oviedo restituir al menos parte de la utilidad pública del Vasco, tal como hace años estaba previsto en el PGOU, con un equipamiento cultural, y también tal como estaba previsto en el proyecto de los palacios cuando se adjudicó.

También manifesté varias veces, por primera vez el 16 de noviembre de 2006, que "en Buenavista y Jovellanos el Ayuntamiento ha puesto los terrenos e ingresa la irrisoria cantidad de diez euros por metro cuadrado construido. Cálculo realizado en base a que está varias veces publicado que la empresa adjudicataria del proyecto, Jovellanos XXI, va a construir aproximadamente trescientos mil metros cuadrados y el ingreso neto del Ayuntamiento de Oviedo ha sido de unos tres millones de euros".

Y para finalizar, allá por diciembre de 2007, desde las páginas de este periódico decía: "No sólo se ha modificado el contrato de los palacios, que es un acuerdo entre dos, Ayuntamiento de Oviedo y Jovellanos XXI, y que afecta a todos los ovetenses. También se está modificando el PGOU, que es un contrato entre el Ayuntamiento de Oviedo y la sociedad en general". Como ejemplo, "cuando el solar del Vasco era municipal, se podían hacer ochenta y cuatro viviendas; ahora, que es de Jovellanos XXI, ya son trescientas".

Y añadía: "Con luz y taquígrafos en Oviedo estamos haciendo del urbanismo un zoco; el mercadeo y el regateo son la nueva ley, una ley donde lo municipal encoge y lo privado hincha".

Hoy, casi ocho años después, el informe de Argon Consultores y los propios técnicos municipales confirman que se han producido 155 millones de euros de beneficios brutos en exceso, como consecuencia de los aprovechamientos urbanísticos que Jovellanos XXI recibió "de regalo", resultado de las sucesivas concesiones que el gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Oviedo ha estado realizando a Jovellanos XXI, desde el concurso del proyecto en el año 2002.

Como se puede observar con los datos recordados a lo largo de este artículo, estos beneficios excesivos no son nada nuevo. Se podían deducir claramente analizando y tasando la información publicada en los diferentes medios, desde la adjudicación hasta la finalización del proyecto. Eso es lo que he venido repitiendo en este periódico desde el 26 de octubre de 2005, fecha en que elabore mi primer artículo de opinión y en el que ya figuraba un cuadro resumen de la situación.

Hoy, al igual que ayer, no me canso de repetirlo: la ciudad no es de Jovellanos XXI, ni del Partido Popular, ni de los alcaldes Gabino y Caunedo; la ciudad la decide la ciudadanía, y ante la evidencia de estos continuos atropellos me pregunto: ¿para qué sirve la comisión de investigación? Espero que no sea para darle brillo al Partido Popular y, sobre todo, al señor Caunedo.

Ahora, al gobierno del Partido Popular en Oviedo no le ha quedado más opción que reconocer que ha habido cesiones en exceso por 155 millones de euros a Jovellanos XXI. Espero que no sea demasiado tarde para recuperar lo perdido con su colaboración. Pero que quede claro que, si al final los ovetenses recuperan todo o parte de lo cedido, no es ningún mérito del señor Caunedo, sino su responsabilidad y su obligación, máxime cuando sin su colaboración todos estos desmanes no hubiesen ocurrido.