La escritora ovetense Érika Gael presentó ayer su última novela "Noche de tentación", su tercera obra. En ella relata una historia de amor entre un ángel y un demonio, ambientada en París, y que ella misma ha autoeditado y está vendiendo a través de internet. Se trata de un libro que llega después de un bloqueo por el que pasó la asturiana, tras un conflicto con dos editoriales, y que la mantuvo sin publicar varios años. La obra se presentó durante un acto celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. La autora ha pasado página y asegura que "mientras que haya escritores que tengan cosas que contar y lectores que quieran leer, al final, todo va rodado". Aunque la novela acaba de ser editada, Gael aseguró que "ya me ha dado más alegrías de las que puedo asimilar".

En el acto participó también la escritora asturiana Ana Malory que destacó las cualidades de Érika Gael. "Tiene un talento increíble, no le falta imaginación, y cuenta con una gran capacidad para sorprender. Te hace sentir unas emociones muy intensas, sabe como mantenerte en vilo", aseguró Malory.

Gael también hizo durante la presentación una reflexión sobre su oficio. "Escribir significa exponerte a la ira, a los celos, a la alegría... solo cuando te dejas invadir por todo eso te puedes plantear teclear", señaló. Y apuntó: "cada día que escribes te dejas una parte de tu alma". Las historias de la ovetense abundan las relaciones entre demonios. "Crecí con la idea sesgada de que en la mitología judío cristiana existen seres perfectos y bondadosos, y otros que son la personificación del mal, hasta que descubrí que todos eran idénticos y provenían del mismo lugar", explicó.