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Las pequeñas estrellas de la ópera

Las ovetenses María Suárez y Paloma Vidau son caracterizadas de niño para convertirse en el hijo de "Madama Butterfly"

María Suárez, caracterizada.

"¿Me tengo que quitar los pendientes? ¿No vale con que me los tape la peluca?". Ésta fue la única preocupación que asaltó a la pequeña ovetense María Suárez Fernández (seis años) cuando le explicaron que para participar -sin texto- en la ópera "Madama Butterfly" tendría que caracterizarse de niño con una peluca rubia. Pero nada más. Y así saltó el jueves a las tablas del teatro Campoamor para meterse en el papel del hijo del protagonista. "Me sorprende lo panchísima que está. Ni nervios ni nada parecido. Es como si lo hiciera todos los días", explica Lucía Fernández, la madre de la pequeña que fue elegida entre una docena de candidatos en el casting que se realizó para cubrir el papel. Junto a ella también lo fue Paloma Vidau, que se estrenará en el papel en la función del próximo martes. "Me da igual tener que vestirme de chico. Lo que quiero es actuar", explicaba ayer Vidau. Aunque antes de llegar hasta aquí, la pequeña de siete años se lo pensó dos veces. El problema, como relataba su madre, Ana Lucía Álvarez, se centraba en que en dos ocasiones llegó hasta el final en los casting para el musical "Sonrisas y lágrimas", pero por su edad -la primera vez que se presentó tenía cuatro años- no fue finalmente elegida. "Nos dijo que había sido el mayor disgusto de su vida, así que cuando nos enteramos de que había un casting para esta ópera se lo planteamos. Se lo pensó pero al final dijo que sí", repasaba su madre. La apuesta salió bien y al final tendrá su oportunidad. Tanto Paloma Vidau como María Suárez -Paloma estudia en La Milagrosa y María en la Gesta I- tienen la música entre sus aficiones preferidas. La primera está aprendido a tocar el violín, canta en un coro y además asiste a clases de expresión dinámica. La segunda toma clases de música y baile. Además, su hermano Miguel, de 8 años, ya ha participado como extra en títulos de la temporada de ópera como "Don Pascuale" y "Otello". Y ella ha servido de modelo fotográfica para algunas campañas publicitarias.

Vidau, según explicaba ayer su abuelo, Adolfo Álvarez, "tiene genes de artista". Y es que Jesús Álvarez Secades, su bisabuelo, apareció a finales de la década de los años 40 del siglo pasado "echando un cantarín" en la película titulada "Historia entre dos aldeas". Ahora su bisnieta es, junto a María Suárez, una de las pequeñas estrellas de la ópera.

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