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Cortes con orgullo, valor y garra

El peluquero Jacinto Rodríguez, de 51 años, trabaja desde hace dos décadas vestido "de arriba abajo del Real Oviedo" para rendir homenaje a su equipo

Jacinto Rodríguez, en su peluquería, cortándole el pelo a un cliente. MIKI LÓPEZ

El mundo de Jacinto Rodríguez Fernández es azul. Casi toda su ropa es de ese color, las paredes de su local están pintadas así, e incluso la capa de barbero que echa a los parroquianos por encima tiene ese tono. Los nuevos clientes que entran en su peluquería masculina de la calle Félix Aramburu suelen decir lo mismo: "¿Qué ye fiesta?". No sólo lo preguntan porque el barbero lleve un sombrero de paja al más puro estilo de San Mateo. Les entra la duda al oír el himno del Oviedo mientras esperan su turno para cortarse el pelo.

"Hala Oviedo, adelante, con valor y pundonor". Suena la tercera estrofa del himno azul y Jacinto retira la toalla de la nuca a un chaval. "Bueno majo, ya estás, te ha quedado niquelado. Que pase el siguiente". Otro ocupa el sillón giratorio al tiempo que los altavoces de la cadena musical emiten: "Siempre gana quien más pone, si se juega con pasión".

No hay fiesta en la peluquería de Jacinto. Su peluquería es una fiesta. Este ovetense de 51 años montó su propio negocio hace casi dos décadas y desde entonces cada mañana se viste "de arriba abajo del Real Oviedo" para rendir homenaje a su equipo.

No está seguro de por qué empezó a hacerlo. Quizás fue para festejar una victoria o para infundir ánimos a los hinchas tras una derrota. Lo único que tiene claro es que "vestido con los colores del Oviedo trabajo más a gusto y parece que me da fuerza".

Jacinto cuenta medio en broma, medio en serio que no es peluquero, sino "diseñador capilar" porque ante todo busca complacer al cliente. Para lograrlo a veces debe dejar a un lado su pasión oviedista. "Tengo clientes del Sporting que quieren provocar, pero yo les dejo impecables porque ante todo soy un profesional. Eso sí, tampoco vienen muchos".

A la peluquería azul va todo tipo de gente; desde empresarios, hasta universitarios veinteañeros, pasando por jubilados y hosteleros del entorno, cerca del Auditorio Príncipe Felipe. Sin embargo, nunca le ha arreglado el flequillo a un jugador del Oviedo a excepción de Tuto Sañudo, actual presidente del Racing de Santander. "Y mira que me gustaría", comenta mientras explica de dónde le viene la afición por el conjunto carbayón. "Creo que me marcó el hecho de que La Pixarra me pagase la entrada y el autobús a mi primer partido de fútbol. Era un guaje de siete años con ganas de ver jugar al equipo y debí hacerle gracia".

A Jacinto también le gusta el Atlético de Madrid, aunque en cuanto lo dice matiza que "es un sucedáneo". Para explicar hasta dónde llega su afición por ambos equipos, el peluquero se remonta a mayo de 2.000 cuando el Oviedo y el Atlético se jugaron la permanencia en Primera División con un partido en el Carlos Tartiere que ganaron los azules tras fallar un penalti el entonces rojiblanco Hasselbaink. "Lo pasé fatal de principio a fin porque tenía el corazón dividido, pero claro, el Oviedo tira más y luego lo celebré como Dios manda".

"No desmayes, juega siempre, como juega un campeón". Deja de sonar el himno azul en la peluquería y el diseñador capilar cambia de disco. Pone a Tino Casal. "Otro que me da mucha energía en el trabajo". El de Tudela Veguín y el de la peluquería de Félix Aramburu fueron amigos de pequeños. "Siempre saco un momento para oír 'Embrujada' o 'Eloise' cuando estoy con las tijeras", explica Jacinto sin darse cuenta de que el tema "Champú de huevo" le va al pelo.

La música y los pósters de Tino Casal, del Oviedo y del Atlético de Madrid no son las únicas peculiaridades del negocio de Jacinto. Varias fotografías de Mick Jagger y Keith Richard llenan los huecos existentes entre una imagen de la Catedral de Oviedo, un calendario, estampas de la Santina, e información sobre sagitario, su signo del zodiaco. "Fui al Molinón, cómo no, pero para ver algún derbi o a los Rolling Stones".

"Sus pechos goma dos y nitroglicerina, Eloise". A punto de acabar el éxito del de Veguín, Jacinto barre el suelo a la espera de más clientes. "De mano, la mayoría se extraña del ambiente, pero luego les encanta venir. Sobre todo si son del Oviedo. El resto yo creo que no dice de qué equipo es para no romper la magia".

Toca recambio musical. "Please allow me to introduce myself. I'm a man of wealth and taste" ("Por favor, déjame presentarme. Soy un hombe rico y con buen gusto"). Es el turno de los Stones. Entra decidido un treintañero a cortarse el pelo.

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