La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Cadellada, pasto de los okupas

La puerta lateral de la iglesia localizada frente al HUCA, forzada hace días, permite el paso al almacén y las calderas, ahora llenas de basura y viejos archivos

Archivadores y basura, en uno de los cuartos del almacén de la iglesia de La Cadellada. NACHO OREJAS

Un hedor rodea la iglesia de La Cadellada, frente al nuevo Hospital de Asturias. Los pacientes y los familiares que pasan por delante de la vieja parroquia, cerrada al culto y al público desde hace años, pasan de largo rápidamente frunciendo el ceño o llevándose la mano a la nariz sin darle más importancia. Otros, los que pasean al perro o simplemente están dando una vuelta al lado de casa murmuran que "es una vergüenza". Una de estas personas es Francisco Alonso, Paco, el presidente de la Asociación "Paulino Vicente", que vive "a cinco minutos del abandono total". Este vecino de Teatinos señala con el paraguas el origen del mal olor. Una puerta metálica entreabierta con evidentes signos de haber sido forzada con una palanca o un objeto similar es la clave del misterio. "Esto lo abrieron hace unos días, y claro, si ya estaba lleno de porquería, ahora más".

Lo primero que hace Paco tras empujar la puerta con el paraguas es encender la linterna del móvil "no sea que pises una rata o algo peor" y avanza por el vestíbulo del antiguo archivo y almacén de la iglesia, anexo al cuarto de la calderas. Basura, "tetrabriks", cajas de cartón llenas de comida caducada (parecidas a las utilizadas en las donaciones de alimentos), platos, vasos, libros infantiles, carritos de supermercado, colchones sucios, somieres oxidados, un mural sin firma, palés de madera, decenas de archivadores llenos , y ratas y pájaros muertos. A grandes rasgos, eso es lo que Paco sortea con mejor o peor suerte mientras explica a oscuras "lo olvidada que tiene el Gobierno regional esta iglesia". Él, junto a más de dos mil personas, le pedirán a la Consejería de Cultura y a Patrimonio que rehabiliten la parroquia de La Cadellada "antes de que sea demasiado tarde".

Ese es el número de firmas que la Asociación "Paulino Vicente" lleva recogidas hasta ahora gracias a haber "empapelado" el entorno del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias) con sus quejas. "Lo del almacén y los okupas es nuevo, pero nosotros protestamos del mal estado de la iglesia desde hace mucho"., explica Paco, que asegura que la reja de hierro que protege la entrada principal del templo ha estado abierta hasta hace poco, tal y como publicó ayer LA NUEVA ESPAÑA. "Ahora apareció un candado nuevecito, pero el interior de la iglesia sigue estando muy desprotegido". Paco lo dice porque el que sí está abierto en la actualidad es el doble portón de madera de la iglesia y por el que se ve a medias un enorme mural del pintor ovetense Paulino Vicente y la bancada cubierta de plástico.

El Principado es el propietario de la parroquia de La Cadellada, que a la vez forma parte del Catálogo Urbanístico del Ayuntamiento de Oviedo con el grado de protección "integral singular". Sin embargo, a juicio de los vecinos, ninguna de las dos Administraciones hace nada para evitar que "cualquier día el techo se derrumbe y que la grieta que atraviesa el campanario se haga más grande cada día acabando con parte de la historia de Oviedo".

Compartir el artículo

stats