Soy un estudiante de Historia de la Universidad de Oviedo, vecino de Santa Marina de Piedramuelle y cercano a la parroquia de Sograndio. Me gustaría dedicar estas líneas a la curiosa y magnífica fuente de La Esculca, emplazada en la parroquia de Sograndio (La Carbayeda), perteneciente al municipio de Oviedo. Dicha fuente de manantial es frecuentada a lo largo del día por numerosas personas, desde viandantes de la zona que hacen una pequeña parada tras su paseo hasta hosteleros conocidos de la ciudad de Oviedo que recogen esta agua para elaborar sus fabadas. Este caño está situado en un entorno muy tradicional. A lo largo del camino podemos apreciar paneras que datan del siglo XVIII y un entorno natural que cuenta con robles centenarios. Es un entorno idóneo salvo por el lamentable estado en el que se encuentra la fuente, ya que en la cercanía al caño se puede observar cómo la maleza ha llegado a ocupar la zona circundante al caño y las escaleras, haciendo que este trayecto sea difícil y un tanto resbaladizo, debido al musgo que prolifera en los escalones de acceso a la fuente. Cabe añadir el estado deplorable en el que se hallan los dos bancos y el vallado, los cuales se encuentran casi destruidos y podridos debido a la humedad, así como la placa de cerámica que se encuentra encima del caño, escachada. Todos estos detalles, sumados a otros producidos por la acción humana (como el arrojar residuos en el entorno natural), hacen que un espacio recreativo como éste pierda su encanto. Por ello me gustaría pedir al Ayuntamiento de Oviedo que tome las medidas oportunas para solventar dichos problemas y así poder crear un entorno digno de admirar.