La Policía trasladará los escombros del incendio del edificio ubicado en el número 58 de la calle Uría a una nave del polígono de Olloniego-Tudela para reconstruir en ella el suceso y realizar las pruebas periciales necesarias para esclarecer el origen y la propagación del incendio. Los detalles de la operación se concretaron en una reunión mantenida esta semana en el Ayuntamiento de Oviedo en la que tomaron parte políticos, técnicos municipales y los responsables policiales al frente de la investigación. El gobierno local pidió conocer los plazos que manejan los especialistas para concluir su trabajo. Aunque aún no se puede concretar, porque depende de varios factores, la investigación llevará meses. Y durante ese tiempo, el Ayuntamiento debe garantizar a la Policía Científica que pueda hacer su trabajo en condiciones y sin que la escena se contamine. Su trabajo es prioritario y el resto de tareas necesarias para que todo vuelva a la normalidad tendrán que realizarse después de su intervención.

Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, uno de los principales escollos que hay ahora mismo sobre la mesa para agilizar el avance de los trabajos es la fachada del inmueble. Al parecer, en contra de la opinión de la mayoría, los propietarios exigen mantener esta estructura, obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia. El problema, en lo que a plazos se refiere, es que si no se tira la fachada, las labores para retirar los escombros -pieza clave en la investigación- tendrá que hacerse de forma casi manual, lo que ralentizará todo el proceso. También será más caro, algo que a las compañías aseguradoras no les hace mucha gracia. Solamente la factura del apuntalamiento realizado para asegurar las dos fachadas afectadas, la de Uría y la de Melquíades Álvarez, asciende a 500.000 euros.

Del avance de los trabajos de la investigación policial depende, por ejemplo, que puedan realizarse las tareas para asegurar los dos edificios colindantes al incendiado, los números 56 y 60 de la calle Uría, este último con más daños de los previstos inicialmente según el Ayuntamiento de Oviedo, al soportar la medianera del edificio una enorme carga de fuego durante el incendio. Estos trabajos tendrían que realizarse colocando unas vías oblicuas que reforzasen la seguridad de las medianeras.

En previsión de que los trabajos de investigación policial del incendio serán sumamente complejos, efectivos de la unidad central (de Madrid) experta en esclarecimiento de incendios se desplazarán próximamente a Oviedo para colaborar en la investigación de los hechos. El Ayuntamiento ha solicitado estar presente -con técnicos- en el desarrollo de estas labores, al menos en la calle Uría, y desde la Policía les han contestado que "siempre que no molesten" serán bien recibidos.

Los agentes de la Unidad de Policía Científica comenzaron a trabajar en el edificio de la calle Uría el pasado 14 de abril, justo una semana después del incendio. Las primeras labores fueron de aproximación y los especialistas trabajaron desde el brazo articulado de un camión de bomberos realizando fotografías y picando materiales en la última planta, donde se construyó el famoso recrecido durante la reforma del edificio siniestrado. Esta semana, los funcionarios policiales también han estado trabajando en la "zona cero", más centrados en el análisis de las bocas de riego e hidrantes de la calle, que han ido supervisando una por una para realizar su informe.