Son las 19.50 horas de una tarde cualquiera de San Mateo, y en la plaza Feijoo de Oviedo empiezan a sonar pasos. El primero en llegar es Nacho Farpón, el técnico de luces de la XIX edición del concurso de rock Ciudad de Oviedo-Alejandro Blanco "Espina" (que este año ha cambiado su nombre por petición popular, para rendir homenaje al bajista de "Ilegales" y "Electric Buffalo", fallecido el pasado mes de marzo tras sufrir un infarto). Levanta la lona en la que están instaladas las mesas de sonido y de luces. Se sienta, y le da al "on". Como cada jornada, los grupos participantes en el concurso, tres cada día, y la banda invitada van llegando escalonadamente a la plaza para hacer su prueba de sonido. Durante los siete días que ha durado la fase clasificatoria, de la que se han seleccionado a las cinco bandas ("La morgue", "Tigra", "Sartenazo cerebral", "Norma" y "Gun machine") que participan hoy en la final, el "backstage" del escenario de Feijoo ha visto soltar tensión, emoción, nervios, y la satisfacción del trabajo bien hecho tras horas de ensayos, montaje y pruebas. Porque el concurso de rock es todo eso y más. Para algunos, es la primera oportunidad para subirse a un escenario profesional; para otros, la primera actuación juntos; y para muchos es una buena oportunidad para dar un paso más y conseguir grabar ese ansiado disco que lleva meses en el cajón.
Un total de 42 bandas asturianas (estar establecido en el Asturias es requisito obligatorio) han presentado sus grabaciones para participar en esta edición y el jurado ha escogido a las 21 participantes. "El rock asturiano tiene nivel, y mucha más variedad de la que se suele decir. Este año los conciertos suenan mejor y hay más gente", asegura Sonia Avellaneda, jurado del concurso.
Avellaneda lleva asistiendo a los conciertos de los grupos del concurso desde su fundación. "He faltado a alguno, pero a muy pocos", dice. Por eso, tiene autoridad para decir que la historia de esta cita "se ha desarrollado entre picos y valles. Pero nunca ha alterado su objetivo: darle la oportunidad a los grupos asturianos de tocar en un buen escenario, con una producción, técnicos profesionales y apoyo mediático". Ella es una de las testigos de cómo han ido evolucionando muchos de los músicos que han pasado durante estos años por el concurso. "Y es muy emocionante. La gente aquí se lo toma en serio y se lo curra mucho. En estos años difíciles para la música en directo, este concurso nos permite mantener la fe en la creación música".
Uno de esos grupos que Avellaneda ha visto crecer es "Misiva", la banda moscona de punk rock asturiano que actúa hoy como grupo invitado. "Nos presentamos una vez al concurso, en 2009, pero no pasamos a la final; aunque sí llegamos a la del 'FestiAMAS'. De todas formas, desde el 2009 hemos mejorado. Ya tenemos cuatro discos y hemos hecho una gira teloneando a 'Desakato' ", cuentan riendo mientras colocan los instrumentos y enchufan todos los cables para empezar la prueba. Mientras, también los tres técnicos de sonido, Constantino Mortera y Alejandro González en el escenario, y Andrés Fernández en la mesa, se colocan en sus puestos. Y arranca la música. "Nuestro trabajo es intentar que los músicos se escuchen bien dentro del escenario. El problema de esta plaza es que es pequeña y no tiene buena acústica. La música tiene muchos decibelios y rebota", explica González. Ese es la única pega que ponen los grupos participantes, entre ellos, "Buenaventura", los ganadores de la edición 2015 que cerrarán hoy con su concierto, previsto para las 2 de la madrugada, el concurso de rock de este año. "El sitio tiene su encanto, con la Universidad y todo eso ahí, pero es difícil tocar por los rebotes", afirma Ulises García, cantante de la formación. Pero, a pesar de ello, todos los grupos destacan el "buen rollo" que se respira con todos los que trabajan en la cita. "Tocar aquí es un lujo. La gente es majísima y los tiempos de ensayos y actuaciones se respetan. Es todo muy profesional. Solo pediríamos que se apoye más. Que se lleven las actuaciones al escenario grande de las fiestas. Porque cada vez hay más calidad y hay que cuidar estas cosas", apuntan los integrantes de Misiva. Acaban de terminar su prueba de sonido. Recogen cables, guardan instrumentos y comentan la jugada. "Creo que suena bien. Tienes que bajarme algo el bajo pero está ok", le dicen a los técnicos.
Tras ellos, suben al escenario uno de los grupos del concurso, "Infiesta". "Yo toqué con otras bandas aquí, pero juntos es la primera vez que lo hacemos. Llevamos solo unos meses como grupo", dice Diego Infiesta, voz y guitarra del grupo. Vienen desde Gijón y este es su primer concierto en un gran escenario. "Hemos hecho alguno en fiestas privadas, pero nada más". "Eso es lo que nos pasa. Que hay mucha diferencia entre los grupos. Unos llevan ya mucho tiempo tocando y saben lo que quieren, y otros acaban de empezar y tienes que orientarlos. Ahí es donde puedes improvisar más y hacer lo que más pega con la música", explica Farpón, responsable de las luces del escenario.
Aunque las 21 bandas participantes ven complicado llevarse alguno de los premios (el tercero se llevará 1.600 euros, el segundo 3.200, y el ganador 4.800 y el compromiso de ofrecer al menos una actuación promocional gratuita en el San Mateo de 2017), todos tienen pensado qué harían con el dinero. "Ganar es un empuje económico, sobre todo el primer premio. Con el dinero haríamos un disco y compraríamos material. Además, ganar te asegura tocar en las fiestas de la ciudad. Y como ovetenses y músicos, molaría mucho hacerlo", afirman los integrantes de "Tigra". Sus compañeros de cartel, la banda de hardcore y metalcore de Laviana "Stado Krítico", destinarían el premio "a hacer un disco, grabar un videoclip, hacer una gira y merchandising". Participaron hace tres años, "pero ahora venimos con tres EP grabados y con una gira por Asturias, Galicia, Cantabria y Comunidad Valenciana. Eso nos ha dado callo".
Hoy, a partir de las 20.00 horas, la plaza Feijoo volverá a cobrar vida. El escenario se abrirá para recibir las pruebas de sonido y los conciertos de las cinco bandas finalistas de esta edición y de los ganadores del año pasado. Los candidatos saldrán a tocar con más nervios que el primer día, pero también con más emoción. "Todo el jurado intentamos llegar a este día con la mente libre, sin ningún apunte del pasado", dice Avellaneda. Así que en estas páginas es imposible adivinar lo que va a suceder esta noche en la plaza Feijoo.
