Andrés Rodríguez Balbín puede presumir, sin duda, de ser un hombre que comparte, y con gusto, las tareas del hogar. Este músico nacido en Luanco, joven optimista donde los haya, es un excelente músico y compositor que tiene a la venta desde el pasado mes de junio su primer trabajo: "Incandescente", que firma como Wes, su nombre artístico. A Andrés le gusta cocinar, sobre todo platos de puchero como el mismo afirma, "los de toda la vida". "Mi mujer, sin embargo, es más de comidas rápidas, ensaladas y esas cosas", señala. Y añade: "Este plato, por ejemplo, lo aprendí de mi padre, que es un excelente cocinero. Es muy fácil de hacer, se prepara rápido y además es barato si eliges, claro, unas almejas más o menos normales. Eso sí, un truco importante es picar mucho y bien tanto el ajo como el perejil para que no se perciba apenas en la salsa".
Estudió técnico de sonido en Avilés y cuando iba a empezar la ingeniería en la misma rama lo dejó para pasar a formar parte de una orquesta. Él, que tanto canta como toca la guitarra eléctrica, la española o la acústica, recuerda que a los 19 años "entré en la orquesta Monterrey, de Gijón, que ya no existe, y más tarde estuve en Manhattan donde hacía rock fundamentalmente. Luego estuve otros cuatro años cantando y tocando con Dominó".
Abrió un bar en Luanco "hace unos años, porque, claro, de la música, y cuando empiezas todavía peor, no puedes vivir, pero eso no quiere decir que tengas que dejarlo. Para mí, la música ha sido siempre mi vida, desde los 14 años, y tengo claro que seguiré adelante con mi carrera, tocando y componiendo". "En mi disco todos los temas están compuestos por mí y son todos nuevos. Buena parte surgen de vivencias personales, experiencias vividas", matiza este joven cantautor asturiano que el pasado 11 de junio se casó con Victoria Fernández, una ovetense con la que inició su noviazgo en 2012 tras conocerla en Luanco, donde ambos viven un poco a caballo con Oviedo.
"Tengo muy buenos amigos en Oviedo y vamos siempre que podemos, además de ira ver a mi madre, que también vive allí. He viajado por varios países y he conocido un montón de sitios, y en mi opinión Oviedo es una de las ciudades más bonitas y muy buena para vivir. ¡Cómo no me va a gustar si además me casé allí con Victoria, en la catedral!, forma parte de nuestra vida", dice.
Entre algunos capítulos imborrables de su vida está el día que subió a tocar con Maná, el año pasado, en el escenario, cuando actuaban en La Coruña. "Logré la plaza porque ellos me eligieron entre varios guitarristas de toda España que les enviaron vídeos para poder tocar con ellos. Fue un día maravilloso, tocamos ante más de 8.500 personas y además lo hice con uno de mis grupos favoritos" señala Wes, un joven luanquín que ya triunfa en Asturias con "Incandescente".
