Izquierda Unida acusa al Principado de ser "cómplice" del "terrorismo laboral" que la empresa gestora Ópalo-Hotusa desarrolla, en palabras del diputado regional Ovidio Zapico, en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, establecimiento propiedad de la empresa pública Hoasa.

Representantes de Izquierda Unida y militantes de CCOO protagonizaron esta mañana frente al Hotel de la Reconquista una concentración en apoyo de Raquel Agüeros, trabajadora del establecimiento y presidenta del comité de empresa, despedida ayer por Ópalo-Hotusa. El secretario de organización en Asturias de Izquierda Unida, Alejandro Suárez, fue el primero en señalar al gobierno regional como responsable último de la situación en el hotel y en avanzar las consecuencias políticas de este conflicto: "Es muy difícil", analizó, "relacionarse con una consejería para hablar de planes de empelo y que pongan un plan de despidos encima de la mesa".

La portavoz municipal en Oviedo y representante municipal en Hoasa, Cristina Pontón, analizó el despido de Raquel Agüeros como un ejemplo más del plan de "represión sindical" que responde, dijo, " a una política empresarial clara que Hotusa desarrolla en otros hoteles como el de La Toja". Pontón destacó que "Hoasa, como empresa responsable no debería ser cómplice de esto", y adelantó que en la primera reunión de la empresa púlbica a la que acudirá como representante municipal exigirá que se investigue la situación de los trabajadores del Hotel de la Reconquista.

Ovidio Zapico relató que el de Agüeros es el vigesimocuarto despido en los últimos dos años desde que Ópalo-Hotusa entró a hacerse cargo de la gestión del Reconquista, y acusó al actual director del hotel de ser "un maltratador y un acosador".

Raquel Agüeros estaba actualmente de baja tras el supuesto incidente que tuvo con el director del hotel, en el que, según denunció en su día CCOO, éste le habría amenazado con un "voy a matar a tu hijita", tal y como declaró el secretario general del sindicato en Asturias, Antonio Pino. La versión de la empresa es justo la contraria y la carta de despido le llega a Agüeros tras haberle abierto el tercer expediente disciplinario. Según explicó Ovidio Zapico, en el despido la empresa la califica de "peligrosa comunista" y le acusa de actuar en beneficio de un partido político determinado.

Zapico precisó que aunque Raquel Agüeros acudió a las elecciones generales de hace un año en las listas de Izquierda Unida, su trabajo sindical en el Reconquista ha sido "defender con vehemencia los intereses de los trabajadores, no interesada políticamente con ninguna formación".

En sintonía con las palabras de Alejandro Suárez, Zapico concluyó que se trata de un caso de "terrorismo laboral" con el silencio "siempre cómplice y necesariamente colaborador" del Gobierno del Principado. "Su responsabilidad es total", zanjó, "y ahora no toca ningún diálogo sino la rescisión inmediata de la concesión", concluyó.