Respeto y concienciación son las dos variables fundamentales en torno a las cuales la Policía Nacional ha elaborado su plan de prevención del acoso escolar ("bullying") . Los agentes acuden a todos los colegios que lo solicitan y ofrecen charlas para generar mejorar la convivencia y que no se produzcan situaciones como la denunciada por la familia de una joven del instituto de La Corredoria a la que supuestos insultos y vejaciones empujaron a un año de autolesiones. "Son acciones que nos han dado muy buenos resultados", dice José Vázquez Menéndez, delegado de Participación Ciudadana en Asturias, sobre unas conferencias dirigidas a alumnos, profesores y padres.
Los encuentros siguen el plan director para la mejora de la seguridad en los centros educativos y sus entornos que tratan también temas de drogas -incluidos alcohol y tabaco-, bandas violentas, racismo e intolerancia o violencia sobre las mujeres. Las de acoso escolar se ofrecen principalmente en los cursos de 1º y 2º de ESO, donde el "bullying" tiene una mayor incidencia. Pero las agresiones y los insultos, que antes se producían en los colegios, han dado un salto con las redes sociales y pueden llegar en cualquier momento. Los niños, además, cada vez entran antes en contacto con la tecnología, lo que ha llevado a la Policía Nacional ha adelantar su labor preventiva. "Se ha popularizado regalar móviles en la primera comunión y hay muchos alumnos que en edades muy tempranas ya son usuarios de redes sociales", destaca José Vázquez. De ahí la puesta en marcha como complemento del programa "Ciberexperto", que incide con los alumnos de sexto de Primaria en los riesgos asociados al uso en línea de este tipo de dispositivos. Durante las conferencias, los agentes de Participación Ciudadana hacen hincapié en la importancia de que los alumnos "no guarden silencio". "No deben reírles las gracias a los acosadores, tienen que comunicar los casos a padres y profesores para que se abra el protocolo de acoso escolar". Más aún cuando las víctimas suelen ser chicos a los que "les cuesta mucho relacionarse. Por eso hay casos en los que un cambio de centro no acaba con el problema. El 'bullying' continúa en el siguiente colegio, realizado por los nuevos compañeros".
Tratan también de sensibilizar a los chicos de los riesgos de internet y les instan a no dar en la red datos personales como la dirección de su domicilio y a seguir en las redes sociales un código de conducta en el que impere el respeto: "No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti". Tratan temas como las suplantaciones de identidad, el acceso a contenidos inapropiados o el perjuicio de los comentarios a los que se exponen en comunidades online en las que se refugian la bulimia, la anorexia, la pedofilia o la xenofobia. Los estudiantes deben conocer, asimismo, que al igual que tienen derechos deben responder a sus obligaciones, entre las que se encuentra la de tratar con respeto a profesores y alumnos.
Involucrar a los padres
Todas estas consignas se repitieron en el curso 2015-2016 en 559 conferencias, impartidas en toda Asturias con la ayuda de la Guardia Civil. En Oviedo, se celebraron el año pasado 136 charlas y el delegado de Participación Ciudadana anima acudir a los padres: "En ocasiones hemos notado que participan poco. Pero se aprende mucho y los que vienen salen muy satisfechos". También con los progenitores se realizan mediaciones, en las que se reúne a los niños implicados, miembros de sus familias y personal del centro para frenar el acoso en seco. Por eso, explica José Vázquez, es importante que los padres se impliquen y no resten importancia a los hechos. "Son cosas de críos", no debe servir como excusa. Más aún cuando la mayoría figuran como titulares de los teléfonos de sus hijos, desde los que se cometen delitos de injurias y calumnias. Razón por la que deben afrontar el pago multas por responsabilidad civil cuando los casos salen del juzgado. Y no solo eso: "Ya hay sentencias en España que, en casos de ciberacoso, condenan a los padres por no vigilar a su hijo".
Para continuar con su labor de evitar que el acoso llegue a producirse, se trabaja también durante las visitas escolares a las instalaciones de las fuerzas de seguridad, las conferencias y las mediaciones seguirán teniendo una importancia vital. En materia de juventud, destaca Vázquez, "la labor preventiva de la Policía es más importante que la represiva".
