Dos perros de razas peligrosas, un pitbull y un dogo, hirieron a dos personas durante sendos ataques en La Corredoria y en Colloto. En ambos casos, los canes escaparon al control de sus dueños y se abalanzaron sobre los perros de los finalmente heridos, que resultaron lastimados al tratar de poner a salvo a sus mascotas. En el barrio ovetense, la policía certificó que el perro llevaba bozal, pero la correa era más larga de lo permitido. En Colloto, la mujer herida asegura que el dueño del perro peligroso justificó que no llevara bozal tras perderlo rebozándose en una zona verde.

Contusiones, heridas varias y visitas a las urgencias hospitalarias conforman el balance de los incidentes que, según indican los afectados, incluso pudieron ser mucho peores. "Volvimos a nacer porque si no llega a ser por el dueño, quizás nos hubiese hecho mucho más daño", proclama la mujer de Colloto que fue asaltada por el dogo.

El primero de los ataques tuvo lugar a las once menos veinte de la mañana del jueves en la calle Tigre Juan de La Corredoria. Una mujer que paseaba con su border collie se vio sorprendida por un pitbull que acompañaba a otra mujer. El animal portaba bozal e iba atado a una correa, pero ello no impidió que se lanzase a por el otro perro. En pleno intento por separar a los dos animales, el pitbull perdió el bozal, mordiendo al border collie y una mano del marido de la dueña, que apareció en la zona para tratar de ahuyentar al can agresivo.

Hasta el lugar se desplazó la Policía Local que tomó nota de lo ocurrido y dejó constancia de que, a pesar de que el pitbull iba atado con correa, ésta no cumplía con los requisitos establecidos por la norma, que exigen un largo no superior a dos metros para perros peligrosos. El border collie fue trasladado a la veterinaria para ser tratado de las heridas sufridas, mientras que su dueño tuvo que ser sometido a curas en la mano.

Ese mismo día, a las 19.35 horas, tuvo lugar un suceso similar en la calle Luis Suárez Ximielga de Colloto. Una vecina se encontraba dando un paseo con su fox terrier cruzado con caniche "Anko" por la zona del polideportivo, cuando vio como otro fox terrier era perseguido por un dogo argentino. "Quedé totalmente paralizada", señala la mujer, que seguidamente fue abordada por el perro peligroso. "Al ver que estaba suelto y sin bozal tiré de la correa dejando a 'Anko' en el aire", narra la afectada sobre la que el dogo se abalanzó luego, provocándole una caída. "Me tiró contra la parte trasera de un coche", explica la mujer, que sufrió un esguince de rodilla y varias contusiones en el costado derecho, cuello, espalda, un pómulo y la ceja.

Arnés salvador

No fue la única damnificada, pues según señala, el dogo pegó un mordisco a su mascota provocándole un desgarro muscular y otros pequeños daños. "El arnés que traía sirvió para amortiguar la mordedura y que no provocara una herida importante", comenta para luego ensalzar el papel del dueño del perro peligroso que llegó inmediatamente a ayudarles. "Si no es por él no sé que podría haber pasado", sostiene sobre un hombre que, asegura, también fue mordido por el animal. "Varios testigos vieron que tenía sangre en la mano", apunta.

Unos sucesos que la vecina de Colloto espera que sirvan para dar un toque de atención a los muchos dueños de perros peligrosos que, asegura, incumplen a diario la normativa especial para mascotas potencialmente peligrosas. "La gente debe concienciarse de que por un descuido o una imprudencia puede ocurrir cualquier desgracia", sostiene, la mujer que asegura "haber vuelto a nacer" tras los dramáticos minutos vividos junto con el pequeño "Anko".