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Más de dos horas de cola en la oficina de licencias de Oviedo: "Es tercermundista"

Arquitectos y particulares urgen al tripartito a tomar medidas y temen que el colapso se agrave tras las vacaciones: "En septiembre será de locos"

"La tramitación de licencias hoy por hoy en Oviedo es tercermundista". Así de rotundo se muestra un arquitecto que ayer se marchó indignado de las oficinas de Urbanismo del Consistorio ovetense tras esperar más de dos horas para hacer una simple consulta sobre cómo va el permiso para construir una vivienda unifamiliar que solicitó hace cinco meses. Es sólo uno de los muchos casos que ayer se podían conocer en las dependencias municipales. Como todos los lunes, era el único día de la semana de atención al público, cuando se concentran en la oficina las quejas por las demoras en solicitudes de prácticamente todas las áreas.

El arquitecto, que llegó pasadas las nueve de la mañana y se marchó cerca de las once y media, considera que el sistema de tramitación actual no es digno de una ciudad como Oviedo. "Es vergonzoso e indigno que haya que andar viniendo a insistir para avanzar algo", apunta el hombre, que en su último proyecto esperó durante seis meses por la licencia y ahora teme que tenga que aguardar todavía más. "La cosa está cada vez peor. Hace unos años era más llevadero".

Otros, como Roberto González, con obra pendiente en Olivares, ya se han planteado incluso acudir a los tribunales. "Llevo desde enero esperando por una simple licencia previa", comenta el hombre, que pretende construir una vivienda Olivares y que debido a las demoras tiene que vivir de alquiler junto a su esposa. "Tenemos la hipoteca concedida desde diciembre de 2015 y ya nos vemos pagando las letras y el alquiler al mismo tiempo", declara acerca de un permiso que le fue denegado en un primer intento en marzo de 2016 por una denuncia de un vecino, curiosamente funcionario municipal, según relata. "Tememos que el retraso de ahora se deba a alguna mano negra", añade.

Las protestas no se limitan a los casos de obra mayor, sino que también hay pequeños empresarios que reconocen su hartazgo. "Llevo dos meses de espera por un permiso para un reforma y me dicen que vuelva en diez días a ver si hay suerte", declara una hostelera de la calle Gloria Fuertes, que barrunta que la espera le supondrá importantes pérdidas económicas. "Tendré que cerrar cuando empiece la liga de fútbol y perderé clientes", sostiene una mujer que precisa reparar cañerías del establecimiento.

Entre los que también aprovecharon ayer las cinco horas de atención al público fijadas para los lunes hubo muchas personas que, alertadas por las quejas de los empresarios sobre el servicio municipal de las que se hizo eco en las últimas fechas LA NUEVA ESPAÑA, se pasaron simplemente para preocuparse por la situación. "Llevo dos meses esperando por un permiso de obra nueva y vistos los problemas vine a ver si me daban un plazo concreto", apuntó un ovetense que se encontró con la callada por respuesta.

De todos modos, varias de las personas que hacían cola reconocieron que el hecho de estar a mediados de julio hace que las esperas para ser atendidos sean menores que en otras épocas. "No es de los peores días, pero como no tomen medidas urgentes en septiembre esto será insostenible, de locos", indicó un veterano gestor de permisos que constata la pérdida de calidad del servicio: "Esto nunca había estado tan mal".

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